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Un estudio sienta las bases científicas para diferenciar las distintas formas de prestar atención que tiene el ser humano

¿Es posible compensar problemas atencionales mediante otras formas de atención? ¿Produce los mismos efectos orientar la atención de una persona de manera voluntaria (endógena) e involuntaria (exógena)? Éstas son las preguntas a las que ha dado respuesta un trabajo de investigación realizado en el Departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada por la doctora Ana Belén Chica Martínez, y dirigido por el profesor Juan Lupiáñez Castillo.

El estudio de la orientación atencional que han llevado a cabo los investigadores de la UGR resulta de especial relevancia para la rehabilitación de pacientes con desórdenes atencionales, así como para el entrenamiento de la atención en niños sanos, niños con déficits atencionales (hiperactividad), y en el envejecimiento normal de cualquier persona. En el caso del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, diversos estudios recientes señalan que afecta a más del 4% de los escolares, lo que evidencia la importancia del trabajo realizado en la UGR.

¿Cómo se orienta nuestra atención?
Los resultados de esta investigación contribuyen al conocimiento de los sistemas cerebrales relacionados con la orientación atencional y especifican algunas de las condiciones en las que los sistemas actúan de manera independiente o interaccionan entre sí. “Algunos de nuestros resultados han cambiado la concepción tradicional sobre cómo se orienta la atención de manera endógena o exógena y sobre cómo esa captura atencional depende de las demandas de la tarea que los participantes realizan”, explican los científicos de la Universidad de Granada.

Nuestra atención puede dirigirse a aquella información relevante de acuerdo a las metas o las intenciones de la persona, lo que se conoce como orientación atencional endógena o voluntaria. Sin embargo, los estímulos también pueden capturar nuestra atención debido a su peligro potencial, lo que se conoce como orientación atencional exógena o involuntaria. El trabajo realizado en la UGR ha demostrado por primera vez que ambos sistemas pueden producir sus efectos de manera independiente, sin interaccionar entre sí. Es decir: incluso cuando estamos atendiendo de forma voluntaria a un lugar determinado, se pueden producir los efectos típicos de la captura involuntaria de la atención. Estos datos apoyan otras hipótesis de que las dos formas de orientar la atención constituyen dos sistemas atencionales diferenciados.

Los profesores de la UGR han observado que la atención endógena puede incrementar el efecto producido por la atención exógena, incluso produciendo efectos que la atención endógena no podría producir por sí misma. Los resultados de esta investigación han dado lugar a diversas publicaciones en revistas especializadas como Psicothema, Journal of Cognitive Neuroscience, Cognitive Neuropsychology o Experimental Brain Research.

Referencia:
Prof. Ana Belén Chica Martínez.
Departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada.
Tfno: 958 240 663.
Correo e-: anachica@ugr.es