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La empresa andaluza, equilibrada, desde el punto de vista financiero, según un trabajo de investigación

Durante el bienio 1998-1999 las empresas más atractivas para la inversión eran las dedicadas a la hostelería, las otras industrias manufactureras y las constructoras, ya que lograron tasas de rentabilidad financiera superiores al 10%, según el informe del profesor Lázaro Rodríguez Ariza, quien destaca la recuperación experimentada en las empresas dedicadas al comercio, las cuales duplican el rendimiento de los fondos propios, y especialmente las situadas en el sector primario, que mostrando índices de rentabilidad financieros negativos en el ejercicio 1998 obtienen rendimientos de los fondos propios próximos al 5% en el año 1999. Las empresas dedicadas al transporte, almacenamiento y comunicaciones son las que presentan la peor evolución y las únicas que, resentidas en gran medida por el empeoramiento en el rendimiento de las inversiones, no obtienen resultados suficientes para remunerar a los capitales propios en el año 1999.

Para Lázaro Rodríguez, la situación macroeconómica existente en Andalucía durante el periodo objeto de estudio ha influido de manera directa en la situación empresarial. Así, el principio de la década correspondía con una etapa de recesión, que tuvo su punto crítico en el año 1993, momento a partir del cual se inicia un cambio de tendencia. Esta evolución se ha reflejado en el volumen de negocio de las empresas, medido por sus ingresos de explotación y en los resultados alcanzados a lo largo de la década.

Empresas más grandes

Según el estudio es muy significativo cómo ha variado la dimensión de la empresa media andaluza en términos de inversión e ingresos. Las inversiones se reparten, aproximadamente, entre un 42% de inmovilizado y 58% de circulante. Dentro de éstas, la partida más significativa son los deudores seguidos de las existencias, representando el 28% y 20% del total del activo, respectivamente. Profundizando en los datos, es de destacar el incremento operado en el inmovilizado inmaterial (gastos de investigación y desarrollo, aplicaciones informáticas, patentes y marcas, derechos sobre bienes en régimen de arrendamiento financiero, etc.) y en otro inmovilizado (inmovilizaciones financieras), así como el de tesorería y otro activo circulante (inversiones financieras temporales). El primer caso puede ser indicio de la inversión que la empresa andaluza está realizando en tecnología y sistemas de información. En el segundo, este hecho puede ser consecuencia de la materialización de los excedentes financieros generados en periodos anteriores, que permanecen en la empresa en lugar de repartirse entre los propietarios.

La empresa media andaluza, según este estudio, acude cada vez en mayor medida al endeudamiento, llegando el exigible a suponer casi el doble del no exigible. No obstante, esta variación no parece preocupante, ya que al obtener beneficios a partir del año 1994, quizá la empresa media se esté aprovechando un apalancamiento financiero positivo. Asimismo, por lo que respecta a la composición del endeudamiento, se observa que el aplazamiento en el vencimiento de la deuda se produce, de nuevo, en los años 1993 y 1994.

En lo que ser refiere al tipo de actividad económica desarrollada en Andalucía, el estudio muestra que la mayor parte de las sociedades mercantiles se dedica al comercio y a la industria manufacturera no relacionada con la alimentación, bebidas y tabaco, si bien hay que destacar, aunque no tenga demasiada importancia sobre el conjunto, el auge que ha tenido el sector de la construcción. Por otra parte, se aprecia un incremento en la dimensión de la empresa, que cada vez alcanzan una facturación superior. De esta forma el porcentaje de las que superan los 300 millones de pesetas de ingresos al año pasa a ser del 34% a partir de 1996.

Según este informe, en el que se detalla la evolución de las empresas andaluzas entre los años 1991 y 1999, las empresas que presentan un mayor nivel de endeudamiento son las dedicadas a la construcción, donde el exigible supera casi 4 veces el no exigible, y al comercio, y las que dependen en menor medida de recursos ajenos las pertenecientes al sector primario, empresas que se financian en igual medida con fondos propios y ajenos.
Asimismo, las empresas dedicadas a la hostelería y las otras industrias manufactureras, con índices de rentabilidad económica que, en cualquier caso, superan el 8%, son las que alcanzan los mayores rendimientos a sus inversiones, frente al 4% que obtienen las empresas del sector primario en 1999.


Referencia: Lázaro Rodríguez Ariza
Departamento de Economía Financiera y Contabilidad
Teléfono: 958 246247