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Investigadores de la UGR demuestran que el mármol empleado en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago no es de Carrara, sino de Macael

El mármol empleado en el que fuera palacio del genovés afincado en Granada desde 1563, Bartolomé Veneroso –hoy sede del Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago– fue extraído de las canteras de Macael, y no de la provincia italiana de Carrara, como se había creído hasta ahora.

Estas y otras comprobaciones, han sido llevadas a cabo por los investigadores de la Universidad de Granada Lázaro Gila Medina y Miguel Córdoba Salmerón, quienes afirman que son inadmisibles las afirmaciones que, según algunas publicaciones, atribuyen la procedencia de los mármoles empleados en las columnas del patio noble del Castillo-Palacio de los Fajardo en Vélez Blanco (Almería) –hoy instalado en el lucernario del Museo Metropolitano de Nueva York– y los del Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago, a las canteras de Carrara, pues en todos los casos, incluido el mármol empleado en la portada del Hospital Real y en el Patio de los mármoles de este mismo edificio renacentista, provienen de las canteras de la Sierra de los Filabres, en Macael.

Según los investigadores, que han publicado sus conclusiones en el número 36 de los Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada , “con este trabajo, lo que pretendemos es dar a la luz pública una serie de contratos notariales, subscritos ante diversos escribanos y notarios eclesiásticos granadinos, en los cuales se garantizaban el suministro de distintas cantidades de mármol de esas míticas canteras de la Sierra de los Filabres cuyo fin, a la vista de estos documentos inéditos son muy variados, al igual que su localización por la geografía española”.

En este estudio, los investigadores de la UGR se centran en el mármol extraído de una cantera andaluza, la de Macael, cuyo noble material ha sido y es confundido –en muchas ocasiones– con el procedente de Carrara.
Así, aseguran los profesores Córdoba y Gila, “el caso de Bartolomé Veneroso tiene un gran interés, pues al ser genovés –cuya ciudad de nacimiento era el lugar tradicional por el que se exportaba el mármol de Carrara a nuestro país– encajaba muy bien la idea de que todo el mármol empleado en la construcción y embellecimiento de su palacio fuera de esta procedencia, estando encargado de remitírselo su hermano Juan. Mas tampoco fue así, pues todo el mármol utilizado tanto para las pandas del patio, como para la escalera principal y las galerías que daban al primitivo huerto, salió de Macael, siendo contratado entre el citado Bartolomé y el maestro de cantería –entiéndase también arquitecto, pues materializó la obra–, Damián Plá Navarro, en los años a caballo entre los siglos XVI y XVII.”

Macael y El Escorial
“Si ya sabíamos –señalan los investigadores de la UGR– que el mismo Felipe II ordenó a los macaeleros que ayudaran a los canteros que él envió a sacar y cargar el mármol blanco para la solería de la basílica del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, ahora ponemos de manifiesto que la Corona tenía reservada una amplia cantera en Macael, la llamada Cantera Real, que parcelada en sectores –uno de ellos era la llamada Cantera del Pino–, el mismo Monarca cedía para su explotación a diversos canteros, siendo precisamente de aquí de donde se obtuvo el mármol empleado en la construcción del Palacio de la Granja de San Ildefonso”.
El documento con el que se acredita que el mármol del Real Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago procede de Macael, es el siguiente:

“Damián Plá Navarro, maestro de cantería en la Sierra de los Filabres, y María López de la Rosa, su mujer, al presente en Granada, acuerdan con D. Bartolomé Veneroso, vecino y Caballero Veinticuatro de Granada, el sacarle de las canteras de dicha sierra, traerle, labrarle y asentarle en sus casas principales de Granada, las siguientes piezas de mármol: 1) Un pedestal de mármol blanco, cuya altura será igual a la del que está puesto en las casas del Veinticuatro Pedro Juan y su anchura de media vara en cuadrado. 2) Sobre él hará un leoncillo, bien proporcionado, con las armas del dicho D. Bartolomé. 3) Dos piezas para hacer la solera de la que arranquen los balaustres (de la escalera), de ocho pies de largo y diez dedos de grueso. 4) Otras dos piezas, de las mismas características para que sirvan de pasamanos. 5) Catorce balaustres para ponerlos en la dicha escalera. 6) Doscientas cincuenta losas cuadradas, de un pie de lado y dos dedos de grosor. 7) Otras dos piezas, cada una de 12 pies de largo y una cuarta de grueso, así como once balaustres para la baranda que cae sobre la escalera. 8) También trabajarán otras piezas, pero en este caso de las canteras de Sierra Elvira. Así sacarán 250 losetas cuadradas, de un pie de lado, y toda la piedra necesaria para hacer el primer escalón, que será de piedra parda o negra, de la largura que exija el hueco y de ancho media vara. Todo será a satisfacción de Gonzalo Hernández, maestro de albañilería, encargado de la obra. Deberá estar acabado para el Día de Todos los Santos –el uno de noviembre– y cobrarán por todo 25.000 reales, del siguiente modo: en concepto de adelanto –en ese momento– 1.650 reales; otros 1.100 una vez que esté descargada toda la piedra en las casas del dicho D. Bartolomé, y el resto, 22.250 reales, conforme vayan labrando la dicha obra. Por último, el matrimonio pone como hipoteca ciertos bienes de su propiedad que tienen en Olula, firmando como testigo por parte del dicho maestro de cantería Juan de Pilas, compañero de oficio.

1600, 4 de octubre. Granada”

FOTOGRAFÍA QUE SE ADJUNTA: León de mármol con el escudo de armas de Bartolomé Veneroso al que se hace referencia en el documento citado

Leon

Referencia
Prof. Lázaro Gila Medina. Departamento de Historia del Arte
Tel. 958 243 624 / 958 243 627. Correo e. lgila@ugr.es