El movimiento cannábico es una corriente social semejante al feminismo, al ecologismo, al movimiento ‘okupa’, el antiglobalización o el de gays y lesbianas, y a medio plazo se normalizará como ha ocurrido con todos ellos. Ésta es una de las conclusiones de la tesis doctoral ‘Movimiento cannábico en España: un nuevo tipo de movimiento social’, realizada por Isidro Marín Gutiérrez, investigador del departamento de Antropología Social de la Universidad de Granada, y dirigida por el profesor Juan Gamella Mora. Se trata del primer estudio en profundidad que se realiza en Europa sobre una corriente social, el movimiento cannábico, que cuenta cada vez con más adeptos.
Según se desprende de este trabajo, España es el país de toda la Unión Europea donde el movimiento cannábico ha adquirido mayor protagonismo: el mayor número de asociaciones pro-cannábicas está aquí (más de 50); hay más de 300 grow-shops (locales que venden todo tipo de productos relacionados con el cultivo del cannabis), por delante de países como Holanda, donde el consumo de esta planta es legal; existen más de 4 revistas temáticas relacionadas con la marihuana (Cáñamo, Yerba, Spannabis Magazine y Soft Secrets), y España es el país de la UE donde más cánnabis se consume, según el informe anual de 2007 del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.
Perfil de los pro-cannabis
Para la realización de este estudio pionero, Isidro Marín entrevistó a 170 socios de asociaciones pro-cannábicas, 260 cultivadores de esta planta, 80 clientes de ‘grow-shops’ y 24 dueños de estos locales. De esta encuesta, obtuvo que el perfil de los miembros del movimiento cannábico en España es el de un hombre (83% frente a sólo un 17% de mujeres), con una edad mayor de 30 años, estudios superiores y un nivel de ingresos ‘mileurista’. La mayor parte de ellos son solteros, consumen cánnabis a diario, son votantes de izquierdas y se definen como ateos o no creyentes.
El investigador de la Universidad de Granada apunta que la represión a la que los sucesivos gobiernos españoles han sometido a este movimiento desde la conocida como ‘ley Corcuera’ en 1992 no ha hecho sino aumentarlo considerablemente. Como muestra, recuerda las pasadas elecciones al Parlamento Europeo de 2004, en las que el Partido Cannabis fue la octava fuerza política más votada en nuestro país, por delante del Partido Andalucista, por ejemplo.
Marín Gutiérrez cree que lo que el movimiento cannábico busca “no es la legalización, sino la normalización” del consumo de la marihuana, como ocurrió con otros movimientos como los ya señalados. “Sólo es necesario que todos los agentes sociales participen en este cambio en la mentalidad de la gente”.
Referencia: Isidro Marín Gutiérrez. Departamento de Antropología Social de la Universidad de Granada. Tfno: 958 240694. Móvil Isidro Marín: 606 273 985. Correo e-: isidromarin75@hotmail.com