Un trabajo de investigación realizado en la Universidad de Granada, en colaboración con el Complejo Hospitalario de Jaén (Servicios de Oncología Médica, Radiología y Anatomía Patológica), ha abierto las puertas al diseño de nuevos medicamentos personalizados para el tratamiento del cáncer de mama, a partir del estudio genético de las células cancerígenas. Los científicos han concluido, además, que el estudio del perfil de expresión génica supone una prometedora estrategia para individualizar y así mejorar el tratamiento de los tumores, reduciendo la toxicidad y aumentando su eficacia.
Esta investigación ha sido realizada por Laura Vera Ramírez en el departamento de Medicina Legal, Toxicología y Psiquiatría, y dirigida por los profesores José Antonio Lorente Acosta, José Luis Quiles Morales y Pedro Sánchez Rovira. Para llevarla a cabo, los investigadores trabajaron con 90 pacientes con cáncer de mama diagnosticadas y tratadas en el Complejo Hospitalario de Jaén.
Así, y mediante el análisis de los genes de las pacientes, los investigadores de la UGR han estudiado los cambios que la quimioterapia provoca en los enfermos a nivel genético. El interés de este trabajo a nivel clínico es que “permite estudiar los mecanismos moleculares de respuesta a los fármacos, y a partir de ellos diseñar otros tratamientos farmacológicos en función de las características genéticas del paciente”.
Atacar los puntos débiles
Y es que el estudio de esos mecanismo, afirman los investigadores, “ofrece información sobre cuáles son los puntos débiles de las células afectadas por el cáncer, y atacarlos directamente”. En la actualidad, aproximadamente la mitad de los pacientes con cáncer de mama “son sobretratados con quimioterapia”, por lo que a juicio de los autores de esta investigación “es necesario identificar posibles dianas terapéuticas que sirvan para que los enfermos respondan mejor a un tratamiento alternativo”.
Además de una aproximación genética de los pacientes, los científicos de la UGR han realizado una aproximación bioquímica, estudiando el estrés oxidativo de los pacientes antes y después de someterse a la quimioterapia. “Por último –explican-, hemos realizado un estudio nutricional y antropométrico de las enfermas, para ver cómo afecta la quimioterapia a la nutrición”.
Referencia:
Laura Vera Ramírez.
Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Psiquiatría de la Universidad de Granada.
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