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Un grupo de investigación de la UGR se acerca a la obtención de una vacuna contra la enfermedad de Chagas

El último paso de estas investigaciones viene marcado por la presentación de la tesis de Ofelia Magdalena Córdova Paz Soldán, que se ha encargado de estudiar las proteínas capaces de ligar ácidos grasos en el Tripanosoma cruzi, el parásito responsable de la enfermedad de Chagas. Este mal no tiene cura en la actualidad, sólo existen medicamentos para el primer momento de la enfermedad. Sin embargo, es en la fase crónica cuando se suceden una serie de penosas dolencias como arritmias, cardiopatías o inflamación del colon.

Se estima que de 16 a 18 millones de personas son infectadas por la enfermedad de Chagas. De ellos, 50.000 morirán cada año. La principal vía natural de contagio es por un tipo de chinche portadora del Tripanosoma cruzi, además de por transmisión placentaria y de madres a hijos. “Estos insectos viven en sitios con malas condiciones de salubridad, por eso son tan abundantes en zonas de América Latina con paisajes selváticos y casas de adobe y palma”, señala Osuna.

La Organización Mundial de Salud (OMS) tiene en marcha un programa para la erradicación del contagio de la enfermedad de Chagas por estas chinches conocidas como besuconas, “porque suelen picar casi sin dejarse notar, en labios o parpados, y se retiran”. Pero no es la picadura la que infecta sino las heces que dejan en el afectado. Son las que transportan el parásito, que no está presente en África ni Europa, y que, gracias al programa de la OMS y pese a las numerosas dificultades, está consiguiendo ser erradicado en algunos países de América Latina.

Un remedio definitivo
Sin embargo, no existe vacuna y no hay medicamentos para la última fase, cuando aparecen los síntomas más graves. Un remedio eficaz y definitivo se hace más necesario si se tiene en cuenta que son niños la mayor parte de los afectados cuando la enfermedad aún no tiene síntomas externos. Además, el parásito puede permanecer vivo en alimentos como el zumo de caña, muy consumido en Latinoamérica, habiéndose producido casos de infección por esta vía tan inusual.

La investigación de Córdoba Paz Soldán, científica de la Universidad de Trujillo que ha realizado su tesis doctoral en la UGR a las órdenes de Antonio Osuna, podría suponer la base para una vacuna DNA, con los genes que codifican ciertas proteínas encargadas del trasporte de ácidos grasos necesarios para el metabolismo normal del parásito. Así, las células de propio individuo podrían sintetizar estas proteínas que actuarían haciendo imposible la supervivencia del Tripanosoma cruzi, tanto en casos de infección natural como en los producidos por transfusión sanguínea.

Como queda patente en los artículos publicados en las revistas científicas Infection and Inmunity y The Journal of Parasitology, dichas proteínas podrían constituir un antígeno dada la inexistencia de reacciones inmunológicas cruzadas con otras enfermedades infecciosas de la zona. La inmunización con estas proteínas puede constituir una alternativa para una vacunación eficaz, así como para el estudio del trasporte y el modo de acción de futuros fármacos.


Referencia:
Prof. Antonio Osuna Carrillo de Albornoz.
Instituto de Biotecnología.
Tlf: 958243263 – 958243857.
Correo e: aosuna@ugr.es