Los mamíferos, entre ellos el hombre, cuentan en su sistema sanguíneo con una serie de anticuerpos que constituyen el sistema de defensa contra los antígenos (agentes patógenos) que causan las enfermedades. Una pronta y eficaz detección de las enfermedades permite un oportuno tratamiento que redunda en una mejora de la salud de los pacientes y, en consecuencia, de su calidad de vida.
Hasta ahora, uno de los mecanismos de detección de enfermedades que se muestran más eficaces es el uso de kits, que para el ciudadano común aparecen como simples papelitos que se introducen en un líquido. La coloración del papel o la aglutinación del líquido permiten diagnosticar la enfermedad. El problema es que el costo de los kits, del líquido o de la tecnología necesaria para hacer una lectura de los resultados de la prueba es muy elevado.
El alumno de doctorado José A. Molina Bolívar y los profesores Roque Hidalgo Álvarez y Francisco Galisteo González (Universidad de Granada) han patentado un revolucionario tampón que permitirá abaratar en torno a un 50% los costos de detección de enfermedades como la hepatitis, el reuma o numerosas parasitarias.
«La patente -señala el Prof. Hidalgo- se inserta dentro de los sistema de diagnóstico clínico que hoy existen en los grandes laboratorios y hospitales, si bien supone el uso de una tecnología más sencilla y barata. Esto permitiría un ahorro considerable, vital para que los sistemas sanitarios de países en vías de desarrollo o del tercer mundo puedan acceder a métodos de diagnóstico que hasta ahora les eran muy gravosos. Desde este punto de vista la investigación permite mejorar la salud en aquellas zonas del planeta que no disponen de tecnologías sofisticadas».
El grupo del Prof. Hidalgo trabaja con unas partículas de tamaño mesoscópico con aspecto de leche, unas bolitas de polímeros plásticos suspendidas en agua. Esta suspensión líquida absorbe sólo un anticuerpo determinado de un ser vivo, sólo es activo, por ejemplo, a una parte del virus de la hepatitis C. Si el virus es añadido al líquido se produce una reacción.
El reto era conseguir un líquido estable, que no se aglutinase ante la mezcla con, por ejemplo, suero sanguíneo, ya que ante la alta concentración de sal en la sangre eso sería lo normal y daría lugar a muchos falsos positivos. «Lo que necesitábamos -señala Galisteo- era una dispersión líquida estable ante la sangre de un paciente sano, y que sólo se «cortase» en presencia del antígeno de la enfermedad de que se tratase en cada caso».
Un descubrimiento casual
Un descubrimiento casual de José A. Molina Bolívar permitió estabilizar el líquido: «Añadí por error un compuesto salino al líquido con el que trabajábamos, entre cientos de experimentos eso es normal, lo anormal fue comprobar que el líquido permanecía estable, en contra de todo lo establecido clásicamente sobre la estabilidad: cuando se añade mucha sal o ácido a un líquido éste se coagula, la leche, por ejemplo se corta cuando se le añade limón. La repetición del experimento confirmó que era posible reestabilizar el líquido base con la adición de un nivel determinado de sal. Fue así como conseguimos que el tampón sea estable ante la adición de la sangre y que sólo reaccione ante la presencia del antígeno».
La tecnología, pues, es muy sencilla, «pero era necesario desarrollar una estrategia de trabajo que permitiera la mejora de la estabilidad del soporte con el anticuerpo; justamente ahí incide la patente. Se superan así las estrategias sofisticadas que se utilizan actualmente» -afirma Hidalgo; que destaca finalmente la importancia del descubrimiento para la industria biotecnológica española: «España ocupa en un lugar muy destacado en la producción de kits para inmunodiagnóstico a nivel mundial, con una cuota del mercado de en torno a un 15-20%. Creemos que esta patente permitirá a la industria farmacéutica española especializada en biotecnología ser más competitiva en un entorno de continuas fusiones y cambios de estrategia comercial; especialmente si pensamos que en este sector tecnológico hay un alto valor añadido en la producción, ya que lo más caro es el componente investigador».
El grupo del Prof. Hidalgo está compuesto por físicos y químicos, en un enfoque multidisplinar necesario para poder investigar en ámbitos tan variados como biotecnología, asfaltos o pegamentos, que permiten obtener fondos para la investigación aplicada y reinvertir en investigación básica. El grupo mantiene contactos con otros grupos de Reino Unido, Francia, Holanda, Cuba, Uruguay y España a través de un programa ALFA de la Unión Europea. Ha publicado más de 100 artículos de investigación en revistas internacionales como Physical Review E., J. Colloid Interface Science, J. Inmunological Methods de EE.UU.; cuenta con un fuerte respaldo industrial a través de la firma de convenios con empresas del sector.
Referencia:
Roque Hidalgo Álvarez.
Dpto. Física Aplicada
Tlf. 958-243212/3.
Correo e. rhidalgo@ugr.es