Antonio Zarzuelo Zurita dirige en la Universidad de Granada el grupo de investigación Farmacología de los productos naturales. En sus laboratorios del Campus de Cartuja, tratan de observar si determinados principios activos son beneficiosos para prevenir e incluso tratar la hipertensión y otras dolencias como el cáncer de colon o la diabetes. De acuerdo con los resultados de las investigaciones realizadas, la fibra y los flavonoides presentes en frutas, verduras y muchas legumbres, benefician a estos enfermos. Gracias a ellos, por ejemplo, los individuos predispuestos pueden tardar más tiempo en desarrollar la hipertensión o la diabetes, e incluso controlar la enfermedad cuando se desarrolle con menos dosis de medicamento.
En su trabajo científico, estos investigadores tienen que aislar estos componentes. “No diseñamos la dieta, comprobamos que esos componentes están realmente en los alimentos y facilitamos esta información a los nutricionistas”, señala Zarzuelo. Luego, comprueban que los efectos beneficiosos que se les dan por supuesto a estos principios activos aparecen en modelos animales.
La paradoja del vino
Dada la gravedad que está alcanzando en las sociedades desarrolladas la hipertensión, son las investigaciones relacionadas con su prevención las que más atención reciben en las investigaciones del grupo dirigido por el Prof. Zarzuelo.
La paradoja francesa del vino, que apunta a que una dieta que cuenta con esta bebida, rica en polifenoles, ayuda a tener menos problemas cardiovasculares, ha sido analizada a fin de conocer el efecto antioxidante de los polifenoles y su efecto protector sobre el endotelio vascular, disminuyendo así el riesgo de hipertensión. Los resultados han sido muy buenos en ratas con la quercetina, un tipo de polifenol que se encuentra muy abundante en frutas y verduras coma la manzana o la cebolla. Estas sustancias protegerían el daño producido por el anión superóxido y evitarían la destrucción del NO, estos efectos reducirían el daño endotelial y favorecería la relajación de los vasos sanguíneos, ayudando a prevenir la hipertensión.
En cuanto a la prevención del cáncer de cólon, se ha demostrado tradicionalmente el papel clave de la fibra. Para llegar a encontrar las razones de ello, el grupo del profesor Zarzuelo ha centrado sus análisis en el butirato. Este componente se produce en el proceso de fermentación de la fibra. El epitelio del colon obtiene gran parte de su energía del butirato que a su vez presenta unos potentes efectos anticancerígenos.
Equilibrio dietético
La semilla de Plantago ovata contiene un 35% de fibra soluble y un 65% de insoluble, proporción que ha dado unos resultados muy buenos para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal en modelos animales. Más tarde, habría que diseñar la dieta que llevara esa misma proporción. Esta, además, aportaría al enfermo las vitaminas, minerales y los antioxidantes propios de alimentos sanos como las frutas y las legumbres.
Pero esto ya es labor del nutriólogos. Este grupo no hace ensayos en humanos, se limita a determinar qué sustancias naturales sirven para curar y prevenir, por qué y dónde se pueden encontrar. “Si la fibra viene de los alimentos, es mucho mejor que si se incorporan como suplementos”, comenta Zarzuelo, cuyo grupo mantiene colaboraciones con empresas privadas de la talla de Puleva Biotech, Madaus o Uriach.
Más información:Prof. Antonio Zarzuelo Zurita
Grupo de investigación Farmacología de productos naturales
Departamento de Farmacología.
Tlf.: 958 24 38 90.
Correo e: zarzuelo@ugr.es