La exposición humana a sustancias químicas, contaminantes ambientales, que interfieren en la función hormonal es un hecho real y preocupante. Existen pruebas científicas de que algunos compuestos químicos, ajenos al organismo, naturales o sintéticos, se comportan como hormonas, interfiriendo en la producción, liberación, actividad biológica o eliminación de éstas, a través de mecanismos de acción diversos. El hombre está expuesto a una mezcla compleja de estas sustancias.
El grupo de investigación de la Universidad de Granada Medicina ambiental-Disruptores alimentarios, que dirige el profesor Nicolás Olea Serrano, aborda con sus trabajos cuestiones básicas no resueltas: ¿Cuál es el grado de exposición de la población humana? ¿Cuáles son las fuentes de riesgo más comunes? Estos investigadores son pioneros en la identificación de vías de exposición inadvertidas. Además, han desarrollado un biomarcador de exposición que permite cuantificar la actividad hormonal y/o tóxica medida como carga hormonal total en muestras de diferente origen, composición y procedencia.
Envases alimentarios
La nueva tesis doctoral »Actividad biológica de contaminantes ambientales y separación de componentes hormonales activos en mezclas complejas», presentada por este equipo científico, ha sido realizada por José Manuel Molina. Entre otras cuestiones, aborda el estudio de los envases alimentarios y los efectos hormonales de una amplia serie de extractos vegetales. En el campo de la seguridad alimenticia, se ha generado gran interés por profundizar en los aspectos toxicológicos relacionados con la actividad hormonal de los residuos de compuestos químicos liberados por los pequeños contenedores alimentarios y que posteriormente se incorporan al alimento. Así, envases de papel o cartón, empleados por ejemplo en cajas de pizzas y hamburguesas, procedentes de cuatro países europeos, han resultado hormonalmente activos en la mayoría de las muestras analizadas.
“La presencia de compuestos químicos con interés toxicológico en la fabricación de contenedores para alimentos es un problema emergente que debería ser abordado en profundidad y evaluado de forma responsable, con objeto de actuar preventivamente”, señalan los responsables de la investigación. Una buena parte de los resultados se han obtenido en colaboración con el sector privado de la alimentación.
Más información: Prof. Nicolás Olea Serrano. Departamento de Radiología y Medicina Física. Tfnos: 958 242864 y 958 242865. Correo e:nolea@ugr.es