El paracetamol se utiliza en el ámbito de la Medicina para aliviar todo tipo de dolores, desde un simple dolor de muelas hasta el producido por una fractura de hueso. Este fármaco es uno de los analgésicos más empleados actualmente. Sin embargo, un estudio realizado en el Departamento de Enfermería de la Universidad de Granada ha puesto de manifiesto que la administración de este medicamento retrasa el crecimiento del hueso, tal y como han podido comprobar mediante estudios ‘in vitro’.
La autora de este trabajo se llama Olga García Martínez, y su análisis ha tomado como partida determinados procesos clínicos en los que se requiere acelerar el crecimiento óseo. “El uso de determinados antiinflamatorios, como el paracetamol –advierte la investigadora- debería hacerse con más cautela, sobre todo en situaciones que requieran una rápida regeneración del tejido óseo, como tras la colocación de una prótesis o un implante dental. Asimismo, deberían emplearse otros que no tengan estos efectos sobre el crecimiento del hueso”. A falta de comprobar los resultados de su trabajo en humanos, la investigación ‘in vitro’ no deja lugar a dudas: el paracetamol retrasa la regeneración ósea.
Plasma rico en factores de crecimiento
La investigación de García-Martínez se realizó en osteoblastos (células implicadas en los procesos de regeneración de hueso), obtenidos a partir de muestras óseas. Además de los efectos del paracetamol sobre las células óseas en cultivo, para su trabajo la autora estudió también el efecto del plasma rico en factores de crecimiento (obtenido a partir de sangre del propio paciente y tras un proceso de centrifugado). La aplicación de este plasma en forma de gel sobre el hueso acelera su crecimiento, sin afectar a otros parámetros celulares como el ciclo celular o el perfil antigénico.
Se trata por tanto de una técnica fácil y con escaso riesgo para el paciente que va a permitir conseguir recuperar defectos óseos con mayor rapidez.
Pese a que su trabajo ha sido llevado a cabo en osteoblastos, García Martínez afirma que también podría utilizarse sobre otro tipo de células, como fibroblastos, de manera que podría ser empleado no sólo a nivel del hueso sino también sobre tejido blando, lo que ayudaría a la curación de heridas y úlceras.
Los resultados de esta investigación han sido publicados en las prestigiosas revistas científicas “Bioscience Reports”, “Oral Disiases” y “Psysiology and Biochemistry”, entre otras.
Referencia: Dra. Olga García Martínez. Departamento de Enfermería. Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud. Universidad de Granada. Tfno: 958 243 497. Móvil: 653 686 734.
Correo e-: ogm@ugr.es