Almuñécar (Granada) / La relación entre la personalidad de los trabajadores y la organización del trabajo y la prevención de los riesgos laborales ha sido objeto de estudio por parte de varios ponentes que durante esta semana han pasado por las aulas del Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada. Para María Castellano, «es muy importante que en los exámenes que se hacen a las personas para contratarlas se realice una exploración de su personalidad para saber qué rasgos la definen y cuáles son sus características a la hora de enfrentarse a los problemas del entorno y a las relaciones con los demás, de manera que se elija bien el puesto de trabajo al que se asigna». Para la catedrática, » todo ello redunda en que la persona esté a gusto en su trabajo: si se ha seleccionado bien hay menos riesgos de sufrir los efectos negativos que el empleo puede tener».
Los expertos apuntan que el trabajo tiene una doble vertiente. Según Castellano «puede ser muy positivo para la persona, si le da capacidad de creación, de satisfacerse, de dejar salir sus inquietudes y cualidades, pero sin embargo puede ser muy negativo cuando las tareas que se le piden son contrarias a la formación que tiene, a lo que esa persona es capaz de dar de sí». Esos casos constituyen patologías del trabajo que se denominan ‘riesgos invisibles’ que, comentó, «están muy relacionados con una mala selección desde el punto de vista psicológico».
«En el hecho de que ocurra un siniestro influyen muchos factores, desde luego la formación del trabajador, que ha de conocer los riesgos que corre y acostumbrarse a usar las medidas preventivas». Aunque, apuntó la ponente, «cuando hacemos la exploración de personalidad encontramos un grupo de personas en cuya manera de ser manifiestan una conducta atrevida, amantes del riesgo, de lo nuevo, de la experiencia. Una persona que tenga esta manera de ser, digamos arriesgada, requiere más atención si la tarea que desempeña entraña un riesgo contra el cual no se va a proteger porque no tiene ese grado de miedo o de autoprotección que otras personas sí tienen».
Estabilidad emocional
La estabilidad emocional es un rasgo de personalidad que indica que la persona puede ser estable en su afectividad, reaccionando adecuadamente ante las circunstancias externas, dominando sus sentimientos. Por el contrario, la persona que es muy inestable se altera fácilmente. «A una persona que es inestable emocionalmente, pequeñas preocupaciones, pequeñas disfunciones externas la pueden colocar en una situación de descontrol; una persona más explosiva tiene más riesgo de que en un puesto de trabajo donde exista un peligro pueda distraerse, descuidarse y sufrir el accidente», comentó.
——————————————————————————–
Más información: María Castellano Arroyo. Catedrática de la Universidad de Granada y Directora de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Tlf.- 958 246342
……………………………………………………………………………………….