La X Reunión Nacional de Fijación del Nitrógeno, que se está desarrollando en la Universidad de Granada, da cita a los más destacados especialistas en fijación del nitrógeno en el ámbito nacional. La organización del encuentro corre a cargo de los Departamentos de Microbiología y Fisiología Vegetal de la Universidad de Granada, la Estación Experimental del Zaidín del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la Sociedad Española de Fijación del Nitrógeno.
Hoy jueves, las sesiones estarán dedicadas a las aplicaciones en agricultura y medio ambiente. Las prácticas de fijación de nitrógeno son especialmente beneficiosas para los suelos cultivados en condiciones de sequía y extrema salinidad. La segunda sesión aborda los nuevos confines de la fijación biológica de nitrógeno. En este bloque, destaca la conferencia sobre la fijación del nitrógeno en la Antártida, que impartirá el profesor Eduardo Fernández Valiente, de la Universidad Autónoma de Madrid.
Mañana se celebrará la clausura de la Reunión Nacional, con una conferencia de Adam Kondorosi (ISV, CNRS, Francia), y la Asamblea General de la SEFIN, que cumplió el año pasado el veinte aniversario de su creación. El objetivo primordial de esta asociación de científicos es cubrir los aspectos fisiológicos, bioquímicos, microbiológicos e industriales, entre otros, de los sistemas que realizan la fijación, así como los efectos sobre la misma de factores como el clima o los plaguicidas.
Regeneración de suelos
Determinados microorganismos son capaces, por sí mismos o estableciendo una eficaz asociación simbiótica con una planta hospedadora, de reducir el nitrógeno atmosférico hasta otras sustancias que, como el amonio, son asimilables por el ecosistema o por dicha planta. En esta línea, el congreso aborda varios aspectos relacionados con esta disciplina científica como son la ecología y la genética de estos microorganismos denominados diazotróficos, así como la relación de estos con determinadas plantas como las leguminosas.
Así, el Rhizobium, un microorganismo resistente genéticamente a los metales pesados que se ha utilizado en diversos proyectos para la regeneración de suelos tras la catástrofe de Aznalcóllar (Sevilla). Si se encuentra cerca de una leguminosa, ambos organismos producen señales de reconocimiento para posteriormente unirse en una simbiosis que enriquece en nitrógeno del suelo en el que se encuentren situados.
Lugar: Facultad de Ciencias
Referencia: Prof. José Antonio Herrera.
Departamento de Fisiología Vegetal.
Teléfonos: 958243382
Correo e: jahc@ugr.es