La pérdida total o parcial de un tejido y la pérdida de la función de un órgano son los problemas más costosos de la salud humana. En la actualidad, la solución para estos problemas pasa por los transplantes, siempre limitados por el número de donantes y la compatibilidad con el receptor. Sin embargo, la ingeniería tisular comienza a ofrecer signos de que esta situación podría cambiar en el corto plazo, especialmente para los enfermos del corazón.
Los infartos de miocardio son la causa de un tercio de las muertes actuales. Las personas que lo sufren y sobreviven se ven gravemente afectadas en su calidad de vida y quedan expuestas a futuras insuficiencias cardíacas. Las investigaciones actuales apuntan hacia la reconstrucción de tejidos a partir de células vivas del propio enfermo, lo que permitiría reconstruir el tejido muerto tras el infarto. Esta técnica ya se ha probado en España con doce pacientes y en seis meses se revisará la totalidad de resultados. Por el momento cuatro de ellos han dado una respuesta positiva empleando células madre provenientes de la médula ósea. Estos son algunos de los resultados presentados en el curso “Ingeniería tisular y medicina reparativa”, organizado por el Centro Mediterráneo y que se desarrolla en Almuñécar entre los días 22 y 26 de septiembre.
La ingeniería tisular ofrece también expectativas para el caso de las enfermedades neurodegenerativas, aunque en este caso la investigación se encuentra en una fase embrionaria. Los expertos reunidos por el Centro Mediterráneo insisten en la cautela, aunque reconocen que los enfermos de parkinson o alzheimer podrían ser futuros beneficiarios de estos avances en un plazo de cinco o diez años. Por el momento, donde sí se puede hablar de resultados experimentales es en la cirugía plástica, en la que la ingeniería tisular actúa a modo de medicina reparativa con la piel, el cartílago, el hueso o el tejido adiposo.
Referencia: Prof. Pascual Vicente Crespo, Director del Curso. 635 1473 47