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Debate sobre la necesidad de creación de un European Research Council

El debate se enmarcó dentro de las iniciativas que en el mismo sentido se han desarrollado en los distintos estados miembros, celebrando jornadas preparatorias a la conferencia que, auspiciada por la ESF y organizada por la presidencia danesa de la UE, tendrá lugar los próximos días 7 y 8 de octubre de 2002 en Axelborg, Copenhagen.

Presentado por el Excmo. Sr. Rector de la UCM, Prof. D. Rafael Puyol Antolín, en representación de la CRUE, el secretario General de Política Científica, D. Gonzalo León, y el Secretario General de la European Science Foundation, D. Enric Banda, y con la participación de Rolf Tarach, Presidente del CSIC y D. Agustín Zapata, Vicerrector de Investigación de la UCM, en representación del sistema público español de investigación y de los doctores Carlos Martínez del CNB, Mateo Valero de la UPC, Enrique Fernández de la UAB y Paloma Sánchez de la UAM, moderados por D. Manuel de Hermenegildo, catedrático de la UPM, se han debatido distintos aspectos sobre la necesidad de la creación de un “European Research Council”, de sus características y competencias y de lo que ello representa para el Sistema Europeo y Español de I+D+i.

En la presentación de la Jornada se señalaron algunos de los puntos que conforman el contexto de este debate, y que hay que tener en cuenta a la hora de formar opiniones sobre la necesidad y oportunidad de crear un Consejo Europeo de Investigación:

La idea de la Comisión Europea de crear un Espacio Europeo de Investigación (ERA) es uno de esos puntos, junto con el 6º Programa Marco (6PM), que se erige en el principal instrumento para hacer realidad ese espacio común. Dentro de esa idea del ERA, que vislumbra el convertirse en realidad, hay dos elementos básicos destacables como son la apertura de programas nacionales y el fortalecimiento de las estructuras de I+D de la UE.

El Programa Marco supone el 4,1% del presupuesto de la Unión Europea y aproximadamente el 6% de lo que los Estados Miembros dedican a I+D.

El 6PM, limitado por el articulado del tratado, persigue como objetivo fundamental el fortalecimiento de la competitividad industrial europea, dejando de lado muchas áreas de investigación básica.

Tras la jornada, las conclusiones alcanzadas fueron las siguientes:

1)El debate se centró, en un principio, sobre el significado y ámbito de la llamada Ciencia Básica, concluyéndose su relevancia como primer motor para el impulso del conocimiento y de la riqueza de los países independientemente de la definición o el ámbito que se quiera aplicar al término.

2)Aparte de la necesidad o no de crear el Consejo, la discusión derivó hacia un análisis de las carencias del sistema español de Ciencia y Tecnología apuntándose

– la necesidad de modificar profundamente el mismo, incrementando la inversión en Ciencia y Tecnología lo que, entre otras cosas, acercaría el sistema español al europeo, facilitando la participación de investigadores españoles en programas europeos, y

– el nulo “poder decisorio” de los científicos en Europa en general, y en España en particular, en los temas de Ciencia y Tecnología.

3) Ya centrados en el tema de debate, todos los asistentes consideraron importante la creación de un Consejo Europeo de Investigación, enumerándose distintas razones que avalaban su importancia para generar una mejor “Europa de la Ciencia” y, por ende, una mejor Ciencia en España, aunque se pensara que los beneficios concretos para el sistema español de tal creación variarían considerablemente de unas a otras áreas de conocimiento. Algunos de los beneficios que podrían obtenerse y que fueron señalados son: incremento de la movilidad de los investigadores, elaboración de una verdadera política de grandes instalaciones en Europa o ejecución de proyectos de gran envergadura; beneficios todos, que por otra parte también persigue la iniciativa del ERA.

4) En cuanto a las competencias del Consejo, se consideró la necesidad de que fueran adquiriéndose gradualmente, comenzando por la financiación de investigación básica de alta calidad, para en un futuro poder incorporar las políticas sobre las grandes instalaciones y las relaciones con las Agencias de Investigación Nacionales de los países miembros y de países no miembros, en especial, Estados Unidos.

5) No hubo unanimidad en si la investigación básica a financiar por el Consejo habría de ser priorizada o no. En todo caso, se considera que, al menos durante las primeras etapas de funcionamiento de la Agencia, debería de haber un margen para una investigación abierta, siempre generada de abajo-arriba (“bottom-up”) y donde la multidisciplinaridad debe ser un elemento importante.

6) La organización del Consejo debe de estar políticamente legitimada, considerándose lo ideal, aunque entendiéndose difícil de conseguir, un Consejo independiente que dé cuenta pero no reciba directrices externas, con absoluta libertad para organizarse metodológicamente exclusivamente con científicos y profesionales en gestión de la investigación. Continuidad en las propuestas, mínima burocracia y máxima difusión de las mismas se consideran clave para el éxito del Consejo.

7) Igualmente, se consideró unánimemente la importancia de una evaluación científica seria y rigurosa, y de un seguimiento de la consecución de los objetivos perseguidos para asegurar el máximo prestigio científico al Consejo.

8) Finalmente, todos los asistentes consideraron que la Agencia debe financiarse predominantemente con fondos europeos, a los que se podrán añadir financiación de las Agencias Nacionales de Investigación y, sería muy conveniente, de Instituciones privadas (Fundaciones, Empresas, etc.)

En todo caso, se insistió en la necesidad de mantener las Agencias Nacionales de Investigación para acometer los problemas más inmediatos, que en España son particularmente acuciantes por la escasez de fondos destinados a investigación.

Todos coincidimos en reconocer la urgencia de la creación del Consejo, al menos, de que se inste urgentemente a los responsables políticos de la Unión Europea a que se den los pasos necesarios para que formalmente se inicien los muchos trámites necesarios para poder pensar en tener un Consejo Europeo de Investigación.