El curso del Centro Mediterráneo de la UGR Nihilismo y mundo actual. Encuentro Internacional de Filosofía, ha contado hoy con la presencia de la filósofa Celia Amorós, teórica del feminismo, catedrática de Filosofía, representante del llamado «feminismo ilustrado» y fundadora del Seminario Feminismo e Ilustración. En su ponencia Feminismo y nihilismo: de las vindicaciones ilustradas a la política de lo simbólico ha desgranado las claves de la evolución histórica del feminismo en sentido estricto hasta desembocar en su situación actual.
Humanidad en femenino
Según declaró Amorós, cuando en la actualidad la mujer empieza a adoptar posiciones de sujeto en determinados ámbitos de la vida social, cultural y política, se declara la muerte del sujeto, es decir: se la acusa de estar comportándose “como un hombre”. Esto se debe, según la filósofa, a que en una primera etapa, que ella denominó “del hambre”, la mujer aspiraba a conquistar las parcelas de la actividad pública, profesional y social que le estaban vedadas por su condición de mujer, mientras que en una segunda fase, “la del olfato”, la mujer advierte que tales conquistas están fuertemente definidas en función de la identidad masculina.
En palabras de Amorós, las mujeres, tras luchar por formar parte del conjunto de lo englobado bajo el concepto de ser humano, “advirtieron que lo genéricamente humano también había sido definido desde la perspectiva masculina”, por lo que tal concepto requiere una revisión para contener efectivamente a todo el género humano. Amorós recordó las palabras de Jean-Paul Sartre, que definía a la especie humana como ese club tan restringido; tan restringido que en él no se admitía a las mujeres, que eran rechazadas sobre la base de las diversas variantes en que se pueda concebir «lo Otro» de lo humano, como lo explicó Simone de Beauvoir en El Segundo Sexo.
Para la catedrática, lo femenino siempre ha adolecido de una “sobrecarga de identidad, como sucede con todos los grupos discriminados o marginales”, situación para la que puso como ejemplo a la etnia gitana, “siempre identificada con una idea rayana en la esterotipia y el folclore”. Por el contrario, el sexo masculino se identifica con lo genérico, lo universal, y tiende a uniformarse, situación que alcanza también a la idea de “seres humanos”. Por otra parte, la catedrática de Filosofía afirmó que el feminismo en sentido estricto no se define en referencia a posturas ideológicas, más o menos favorables a las mujeres, sino a posiciones de vindicación. Al respecto, aseguró que, si bien los años setenta marcaron un hito notable en cuanto a la conquista de relevancia social de la mujer, “aún quedan vindicaciones por realizar actualmente”.
“Cuando la mujer empieza a adoptar posiciones de sujeto en determinados ámbitos de la vida social, cultural y política, se la acusa de estar comportándose como un hombre”
“Las mujeres, tras luchar por formar parte del conjunto de los seres humanos, advirtieron que lo genéricamente humano también había sido definido desde la perspectiva masculina”
Referencia
Prof. Luis Sáez Rueda. Director del Curso. Móvil 685 116 944
Servicio de Prensa del Centro Mediterráneo
Tel. 680 308 247 / 958 881 547
Secretariado de Comunicación UGR
Tel. 958 248 462 / 958 243 063
Correo e. dialog@ugr.es