Profesoras de la UGR analizan los cambios que se están experimentando en el Viejo Continente en relación al concepto de ciudadanía como consecuencia de la globalización económica y del impacto que el fenómeno migratorio.
«En Europa los derechos humanos están sometidos a importantes limitaciones tanto para la ciudadanía europea como para las personas nacionales de terceros Estados, como resultado del nuevo modelo económico que se está implantando», según afirman las profesoras de la UGR Ana Rubio y Mercedes Moya en el trabajo La ciudadanía en Europa y el fenómeno migratorio: nuevas desigualdades y servidumbres voluntarias, publicado en el número 45 de los Anales de la Cátedra «Francisco Suárez», que dedica este número a «Igualdad y derecho antidiscriminatorio».
Las autoras reflexionan en su estudio sobre los cambios que se están experimentando en Europa en el concepto de ciudadanía como consecuencia de la globalización económica y del impacto que el fenómeno migratorio tiene en la dimensión social de los Estados y en su modelo económico.
«Se observa, a la luz de los documentos analizados –señalan las profesoras de la UGR– que existe un fuerte desencuentro entre los documentos políticos elaborados por la Comisión Europea y el Derecho comunitario en materia de integración social de los inmigrantes y en promoción de la igualdad de trato. El derecho comunitario que se está implementando en los ordenamientos jurídicos de los Estados miembros de la Unión Europea genera una fuerte segmentación en el concepto de ciudadanía mediante categorías y distinciones burocrático-administrativas que restringen de un modo significativo el reconocimiento y el acceso a los derechos a los nacionales de terceros Estados. La falta de legitimidad democrática de este poder clasificatorio de la Administración y las diferenciaciones que el mismo produce, hacen reavivar las viejas desigualdades entre seres humanos y aflorar nuevas servidumbres».
Así, consideran las profesoras que las actuales sociedades de individuos y grupos sociales están transformándose en sociedades de castas. «Unas nuevas castas conformadas desde los nacionalismos étnicos y el control y el desarrollo del conocimiento científico-técnico. La violencia y la injusticia que producen estos hechos se incrementa en el colectivo de inmigrantes en los denominados grupos vulnerables: menores y mujeres».
Hasta el momento, siempre según las investigadoras, se puede decir que ha fracasado en Europa y en España el esfuerzo por diseñar una política de extranjería que permita el control sobre los flujos migratorios, con el fin de utilizar a estas personas como ejército de reserva para aquellos sectores productivos demandantes de mano de obra estacional y precaria. Este fracaso, especialmente en España, no es resultado tan solo de la crisis económica mundial, de la alta tasa de desempleo y de la enorme bolsa de economía sumergida que existe en nuestro país (parte de los cinco millones de personas paradas hay que situarlas trabajando en este sector), sino también de los efectos que está generando, en los ámbitos institucional y social, el nuevo modelo económico.
Según Rubio y Moya, «la Europa de libertad, seguridad y justicia que pretende garantizarse para la ciudadanía, en principio, no iría dirigida a los millones de personas que residen legalmente en la UE sin ostentar la nacionalidad de ningún estado miembro, y de ningún modo pensada para quienes se encuentran en situación irregular. A estas personas que forman parte de la población real de los Estados no se les califica de ciudadanos, ni se les otorgan derechos de ciudadanía. Por consiguiente, muestran la situación de servidumbre que existe en el interior de los Estados europeos».
Pero no solo los nacionales de terceros estados encuentran limitado el ejercicio de los derechos humanos, también la ciudadanía europea, como resultado de los necesarios ajustes institucionales y estructurales que demanda el modelo económico global, está viendo incrementarse los riesgos y la incertidumbres, debido a los cambios en el mercado de trabajo, en el sistema educativo y en el modelo de Estado. Todas estas reestructuraciones están gestando un nuevo orden social.
La revista de Filosofía del Derecho y Filosofía Política «Anales de la Cátedra Francisco Suárez», de periodicidad anual, está dirigida por Ana Rubio Castro y editada por Pedro Mercado Pacheco, en el Departamento de Filosofía del Derecho de la Universidad de Granada.