Navegan por vida cotidiana 21-05-2007
Un comunicador tamaño móvil ayuda a los niños autistas
Un comunicador del tamaño de un móvil soportado sobre un dispositivo PDA proporciona a los niños con trastorno del espectro autista carentes de lenguaje funcional la navegación sobre actividades cotidianas, como comer, ir al supermercado o al colegio.
Se trata de un trabajo llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Granada y de profesionales de la educación premiado por la Asociación Española de Profesionales del Autismo (AETAPI) y publicado por Obra Social Caja Madrid en el libro Investigación e Innovación en Autismo.
El niño puede llevar el comunicador, llamado sc@ut, a cualquier sitio y gracias a él selecciona con el dedo una imagen con sonido -por ejemplo, un vaso de leche- y permite a la madre o persona que le cuida responderle marcando otra -la de un zumo-, para indicarle que mejor haga la segunda opción, estableciéndose de esta manera una comunicación entre ellos.
El programa informático abarca muchas situaciones de la vida cotidiana, según explicó la coordinadora de este proyecto María José Rodríguez, y está adaptado a un niño autista para facilitar su integración con los padres o tutores y permitir que a través de imagen y sonidos se comunique con su entorno.
El menor expresa deseos respecto a objetos, pero también muestras de afecto, como abrazar, o sentimientos como tener sueño o hambre.
Rodríguez destacó que el comunicador, que por el momento sólo se ha utilizado en algunas guarderías y centros infantiles de Andalucía, es de fácil aprendizaje porque sólo hay que seleccionar con el dedo.
Se les comprende más y mejor y algunos de ellos han comenzado a hablar o a construir frases, concluyó.
Otro de los proyectos incluidos en este libro, junto al resto de los galardonados con el premio Angel Riviére, es el desarrollado por un grupo de universitarios que ofrece apoyo individual -a través de un programa de voluntariado- a personas con trastorno del espectro autista (TEA) y a sus familiares.
También recoge el trabajo de un equipo de investigadores de la Universidad de Salamanca y del Instituto de Salud Carlos II, junto a miembros del Hospital de Salamanca y Zamora en relación con la detección precoz del autismo, mediante el M-CHAT, un instrumento utilizado internacionalmente que es adaptado a la población española.
Este sistema, cuando esté funcionando en el ámbito asistencial, producirá una reducción del tiempo en este proceso de detección lo que permitirá un abordaje más temprano de estos trastornos, explicó el coordinador del proyecto Ricardo Canal, ya que sirve para detectar el autismo en niños de entre 18 y 24 meses.
En nuestro país, uno de cada mil niños sufre algún trastorno del espectro autista, según señaló la presidenta de AETAPI, Juana María Hernández.