RELIGION-ISLAM 29-06-2005
José Luis Sánchez cree que el Islam español está muy fragmentado
El catedrático de Filosofía de la Religión de la Universidad de Granada, José Luis Sánchez, afirmó hoy que entre 1992 y 2005 el número de asociaciones confesionales islámicas en España ha pasado de 71 a unas trescientas, las cuales están muy diversificadas y fragmentadas.
A pesar de esta proliferación, sólo entre un cinco y un quince por ciento de los musulmanes que han llegado a España pertenecen a una de esas asociaciones. Además, el ochenta por ciento no acude a la oración ritual de los viernes y otro ocho por ciento lo hace presionado, dijo.
Sánchez insistió, durante la conferencia que impartió en Logroño, dentro de unas Jornadas de Pastoral sobre Inmigración, organizadas por la Diócesis Riojana, que en España es posible advertir cinco tendencias dentro del Islam.
La primera de ellas es la Federación Española de Entidades Religiosas del Islam (FEERI), que agrupa a 65 o 70 asociaciones y que en su origen contó con cristianos conversos y seguidores de la tendencia ultraconservadora wahabí, sostenida con dinero saudí.
En el año 2000, las asociaciones wahabíes intentaron desalojar del poder a los conversos, pero su intentó fracasó, lo que llevó a las 17 asociaciones más fundamentalistas a ser expulsadas.
Estas asociaciones están ahora integradas en la Liga del FondoIslámico, que controla la mezquita de la M-30 en Madrid, la de Valencia o la que se está construyendo en Málaga.
La segunda corriente, la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide), localizada en el barrio de Tetuán, de Madrid, está dirigida por una sirio, de nacionalidad española, Riay Tatari y pertenece a la rama más moderada de los Hermanos Musulmanes de Siria. Es el interlocutor preferido por el Estado español, dijo.
A esta rama también pertenecen otras setenta asociaciones islámicas.
La tercera rama es la de los Al-Murabitun (Los Almorávides), asentada en Granada y que recaló en esta ciudad en los años ochenta atraídas por el Ayuntamiento.
Las personas que llegaron con sus chilabas tenían pelo rubio y ojos azules, porque eran de origen inglés y se instalaron en el Albaicín. Allí comenzaron a construir la famosa mezquita de este barrio, que tardó veinte años en levantarse por la falta de dinero y los problemas urbanísticos, dijo.
El templo musulmán fue inaugurado en 2003 con la presencia de el emir de Sharjah (Emiratos Arabes Unidos), Jalid bin Sultán al-Qassimi, que puso el dinero que hacía falta para culminar el proyecto.
Esta comunidad está liderada por un bielorruso de origen escocés y está mal vista por el resto del Islam español, tanto por sus orígenes, como por su pretensiones de restablecer el Califato o que se utilice el dinar de oro o de plata.
Luego tenemos una secta, que se encuentra en el municipio cordobés de Pedro Abad y que se llama Misión Al-Madia del Islam en España, de origen pakistaní. Tienen prohibida la peregrinación a la Meca. Su implantación es escasa y defienden una guerra santa cultural, dijo.
La última tendencia es la que componen el resto de las asociaciones, que va por libre y dependen de los consulados, embajadas o países que las financian.