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ANÁLISIS-Cajas aportan dividendos para reflotar su ‘banca mala’

Las entidades financieras españolas están optando por aportar a sus denominados ‘bancos malos’ el negocio de empresas con elevados dividendos para generar suficientes beneficios en la matriz que permitan compensar el lastre de los activos más problemáticos.

No obstante, los expertos consultados no se atreven a decir si esta estrategia será suficiente para desligar del ánimo de los inversores potenciales en las divisiones cotizadas de las entidades las reticencias sobre posibles pérdidas ocultas.

‘No sé si es suficiente, pero es una condición necesaria aportar a la sociedad donde aparcas activos inmobiliarios algunas empresas con ingresos recurrentes. Es el esquema a seguir para el resto de entidades’, dijo Ángel Berges, consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI) en relación a la fórmula utilizada por las dos mayores cajas del país.

En el momento clave de sacar a bolsa su negocio bancario, La Caixa y Banco de Financiero y de Ahorros (BFA), matriz del futuro vehículo cotizado Bankia, han optado por dejar sus activos inmobiliarios en otra entidad para hacer más atractiva su colocación a los inversores privados y han integrado algunas de las participaciones industriales en la entidad menos ‘atractiva’ y no abierta a terceros.

En el esquema de recapitalización planteado por la casi extinta Caja Madrid (BFA), la sociedad matriz se queda con los activos inmobiliarios menos atractivos y líquidos y algunas participaciones lucrativas como Iberdrola y Mapfre (con altas rentabilidades por dividendo).

En Bankia, que integra el negocio financiero y que cuelga debajo de BFA, se incluyen International Airlines Group, BME y NH Hoteles, entre otras.

‘Al final de lo que se trata es de que la entidad pueda pagar sus intereses por la financiación pública o privada y en estos casos necesitas flujos de cajas recurrentes que te permitan pagar los intereses asociados a los activos inmobiliarios que siempre conllevan deuda’, según Berges.

BFA, cuyo plan de recapitalización cuenta con el visto bueno del banco emisor, contará además con unos 23.600 millones de euros en emisiones de deuda de las siete cajas de la fusión, incluyendo la aportación de 4.465 millones de euros avalados por el Estado a través del FROB.

Con los ingresos procedentes de las participadas tendrá que soportar el coste en provisiones y capital de la cartera de inmuebles, repagar las emisiones de deuda y los préstamos públicos, además de generar beneficios para repartir dividendos entre las siete cajas accionistas de BFA, liderado por Caja Madrid y Bancaja, coinciden expertos.

Algunos analistas dudan de que las participadas de BFA sean suficientes para afrontar intereses anuales del 7,75 por ciento correspondientes al FROB y consideran que al final una gestión exitosa de la entidad saneada sería la clave para evitar que el ‘banco malo’ contamine al saneado en el peor de los escenarios.

‘Si el banco malo arroja pérdidas en un futuro, la misma Bankia podría apostar por reforzar esta entidad a través de sus dividendos’, según Juan Pablo López, analista de Espirito Santo.

SANEAMIENTO CLAVE, BANCO MALO NACIONAL NO SE PLANTEA

Expertos recuerdan que los activos ‘malos’ no desaparecen de los balances consolidados y habría que evitar que las eventuales pérdidas futuras en estos activos perjudiquen a los accionistas que inviertan en la entidad atractiva.

‘El problema (de fondo) es que el mercado de la vivienda en España no está estabilizado, todos creemos que aún le queda un ajuste a la baja y un deterioro mayor de activos’, dijo Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada.

A finales de 2010, los créditos problemáticos de las cajas, centrados en el negocio inmobiliario, ascendieron a unos 100.000 millones de euros.

En todo caso, el mercado parece tener muy claro que el Estado español asuma la responsabilidad de aglutinar los activos dudosos en un banco nacional ‘malo’ al estilo del irlandés que elevaría el déficit público en un momento de rigurosos compromisos presupuestarios.

‘España no está ahora mismo en disposición de aumentar las garantías para la banca en una situación de elevada deuda pública. En un contexto tan volátil de los mercados podría ser problemático y entenderse mal’, dijo Carbó.

España, que es la cuarta economía más grande de la eurozona, está tratando de reducir su endeudamiento para distanciarse de países miembro de la eurozona como Grecia e Irlanda, en pugna por buscar unas mejores condiciones en sus planes de rescate.

En Irlanda, el Gobierno creó la agencia NAMA en 2009 para comprar activos inmobiliarios con fuertes descuentos a cambio de bonos, pero al final las rebajas de precios crearon grandes agujeros que tuvieron que ser restituidos por el Estado.

El Gobierno no ha querido decir si la separación de activos en Bankia supone crear un banco malo porque los préstamos del FROB están otorgados a la matriz del grupo, del que cuelga el banco saneado, y no a ninguna entidad integrante del SIP.

Para el experto de AFI, el actual diseño de separación de activos ‘implica que por la puerta indirecta estamos haciendo algo que nunca hemos querido reconocer, que es poner dinero para unos activos en el limbo y que no van a rentar en el corto y medio plazo’.

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