ALMERÍA.- Los catedráticos de Historia Económica Jordi Nadal y Albert Broder, Derecho Penal de la Universidad de Granada, dos de los mejores historiadores económicos europeos, han sido investidos hoy nuevos doctores Honoris Causa por la Universidad de Almería en un acto conjunto que ha tenido lugar en el Auditorio de la UAL ante más de 150 personas.
Tras la apertura de la solemne sesión de investidura por parte del rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, se ha procedido a la lectura del acta de nombramientos como doctores Honoris Causa, con la laudatio que ha hecho de Jordi Nadal su padrino, el catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la UAL, Andrés Sánchez Picón, y la que ha realizado del profesor Broder Agustín Molina, catedrático de Economía de la Universidad de Almería. Tras el acto de investidura de ambos, ha tenido lugar el discurso de ingreso en el Claustro de la Universidad de Almería de los nuevos Honoris Causa y, por último, la intervención del rector de la UAL.
En su intervención, Pedro Molina señalaba que los nuevos doctores Honoris Causa de la UAL han sabido responder a preguntas como por qué España ha sido un país tradicionalmente atrasado desde el punto de vista económico, o cuál fue el papel de la participación extranjera, fundamentalmente europea, en el desarrollo industrial durante los siglos XIX y XX. «Sabíamos que nuestra riqueza minera era explotada por empresas francesas, inglesas y alemanas, que la exportación de la uva de mesa estaba en manos de capital no español, que catalanes y vascos se asentaron en nuestra provincia para alentar la explotación de nuestras riquezas, pero sólo con el florecimiento de la historia económica hemos tenido cumplido conocimiento de los avatares de todo esta prehistoria de nuestros procesos de modernización. Por esto, lo significativo de que hoy la Universidad de Almería honre a dos personalidades, una francesa y otra catalana, que nos han vuelto a enseñar, con su magisterio inigualable, a conocer nuestro pasado más reciente», exponía el rector de la UAL.
Dos historiadores económicos imprescindibles
Nadal, catedrático de Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona y posteriormente catedrático en la Universidad de Barcelona, se jubiló en 1999 y es catedrático emérito de esta universidad. La trayectoria de Jordi Nadal como investigador se puede dividir, simplificándola, en dos etapas, caracterizada cada una por el predominio, no excluyente, de una temática: la historia de la población, primero, y la historia industrial, después. La investidura de Jordi Nadal como Honoris Causa de la UAL ha sido la primera que le concede al prestigioso investigador catalán una universidad andaluza.
Por su parte, Albert Broder, catedrático de Historia Económica Contemporánea, es un profundo conocedor del desarrollo económico de la España del siglo XIX; no en vano, su tesis doctoral se centró en el papel de los intereses económicos extranjeros en el crecimiento de España durante aquel periodo. Su trabajo fue reconocido con el primer premio Vicens Vives de Ciencias Sociales, dado en Barcelona en 1982.
Como han reconocido los profesores Sánchez Picón y Molina en las laudatios de los nuevos Honoris Causa, ambos son dos historiadores económicos fundamentales cuyo magisterio es imprescindible para entender el desarrollo económico registrado en Europa y también en España a partir del siglo XIX
Nadal, un historiador económico fundamental
Jordi Nadal inició su carrera académica hace ya más de 50 años y a lo largo de este tiempo ha publicado alrededor de un centenar de publicaciones. En ellas destaca, como ha dicho el profesor Sánchez Picón, su continua «capacidad de reinventarse». Nadal ha realizado importantes aportaciones sobre la historia económica regional (con estudios sobre Cataluña, Asturias, Valencia o Andalucía); la historia empresarial (desde los Bonaplata a la que ahora le ocupa, la de la fábrica La Hispano Suiza, pasando por, entre otras, la historia de «la Caixa»); fue impulsor también, en compañía de sus más destacados discípulos catalanes, del primer libro sobre economía española en el siglo XX o ha realizado estudios sobre las pautas regionales de la industrialización española o la mirada a los sectores no líderes de la industrialización.
El profesor Nadal ha recibido a lo largo de su trayectoria académica numerosas condecoraciones y premios. Estos son algunos de ellos: Chevalier de l’Ordre des Palmes Académiques (Francia), Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (al mérito docente, científico e investigador otorgada por el Gobierno de España), Medalla Narcis Monturiol al mérito científico tecnológico (Generalitat de Cataluña), Premio de Investigación de la Fundació Catalana per la Recerca, Creu de San Jordi de la Generalitat de Catalunya (1997), Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Medalla de Oro al mérito científico del Ayuntamiento de Barcelona, Premio Nacional de Investigación Pascual Madoz, en Derecho y Ciencias Económicas y Sociales del Ministerio de Educación y Ciencia (2004), fundador de la Asociación Española de Historia Económica y Premio a la Trayectoria Académica de la misma (2010) o nombramiento como doctor Honoris Causa por las universidades Pompeu Fabra (Barcelona), Girona y París XII.
En su intervención, Jordi Nadal ha resumido un capítulo inédito de una investigación en la que lleva inmerso varios años: la historia de la fábrica La Hispano-Suiza durante la guerra civil. El escrito que ha leído en el Auditorio de la Universidad de Almería se titula «Luis Cerro Palomo, andaluz de Antequera, director de la S.A.F. 9 (Servicio de Aviación, Fábrica 9), nacida de la requisa estatal de parte de La Hispano-Suiza, durante la guerra civil».
El conflicto armado, ha contado Nadal, impuso a la colectivizada una atención preferente a la producción de pertrechos de guerra sobre los de paz. «Por encima de todo, a partir de finales de julio de 1936, la fábrica de La Sagrera, como otras muchas colectivizadas o requisadas, hubo de emplearse en proporcionar los medios materiales demandados por las milicias populares en lucha contra el ejército rebelde».
Con el ingeniero Luis Cerro al mando de la fábrica, la requisa de La Sagrera no fue completa. La Hispano-Suiza se dividió en dos: una colectivizada, regida por el Consejo Obrero, bajo la tutela de la Generalitat, y otra nueva designada como fábrica número 9 de las requisadas por el Servicio de Aviación republicano. La primera se quedó con las instalaciones más sencillas y el personal menos especializado; la segunda, encomendada a Cerro, con las instalaciones más complejas y el personal de mayor formación», relataba el historiador en su alocución.
«Nuestro hombre –en referencia al ingeniero Luis Cerro Palomo- salió trasquilado de la guerra civil, con una condena de treinta años de reclusión mayor y las accesorias de pérdida de empleo, interdicción civil e inhabilitación absoluta (más tarde rebajada en varias ocasiones) que le destrozó el resto de su vida. ¿Un fracaso total, habida cuenta que su dirección de S.A.F. 9 durante el conflicto tampoco puede llamarse exitosa? No, de ninguna manera. En tanto que historiador de La Hispano-Suiza catalana, asumo la obligación de reivindicar, aquí y ahora, la figura del ingeniero antequerano», ha señalado.
Broder, autor de una Historia Económica minuciosa y precisa
Por su parte, el catedrático de Economía de la UAL Agustín Molina, que ha realizado la laudatio de Albert Broder, afirmaba que el enorme corpus documental realizado por el profesor francés, especialmente en París y Madrid, construye una Historia Económica «desde las dos orillas», modélica por su minuciosidad y precisa por su capacidad de análisis.
«Sus continuas estancias en España y su ir y venir a nuestros archivos, desde sus inicios como investigador, consiguieron datos e información que seguramente se hubiera perdido sin el interés de Broder», decía Molina. Gracias a Broder, se rescató una parte importante de la historia española -la relativa al siglo XIX-, integrándola en la historia económica europea y mundial, donde el investigador siempre se sorprendía que apareciera citado con tan escasa frecuencia el caso español: un país que lo había sido todo en los siglos XVI-XVII y que después sólo estaría presente en hechos puntuales más ligados a invasiones y guerras que a dinámicas de desarrollo económico.