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CCOO valora negativamente las medidas de reducción del gasto aprobadas por la Universidad de Granada

La representante sindical de CCOO en la Universidad de Granada, Milagros García, ha manifestado la preocupación de este sindicato, ante unas medidas de recorte del gasto que ponen en peligro la implantación del Plan Bolonia y que van a suponer que no se lleven a cabo contratos de sustitución durante el verano

CCOO valora muy negativamente las medidas de reducción del gasto que aprobó ayer, día 23 de junio, la Universidad de Granada mediante una resolución del Rectorado. Estas medidas vienen a unirse a otras ya adoptadas anteriormente como son el cierre de los centros por la tarde una vez acabados los exámenes, a pesar de que la actividad investigadora continúa, el mantenimiento de los grupos de clase, prácticas y seminarios en grupos de 80 alumnos o la reducción de la cobertura de bajas en profesorado (a pesar de que, actualmente, ya están muy limitadas).

CCOO reconoce la necesidad de limitar los gastos, puesto que la Junta de Andalucía ha impuesto a la Universidad de Granada un riguroso recorte, pero considera que las medidas que está adoptando esta Universidad son equivocadas, al haberse adoptado sin la necesaria reflexión y sin la participación del conjunto de la comunidad universitaria. Además, se ha incumplido la obligación legal de consulta y negociación con la representación del personal.

CCOO denuncia que estas medidas tendrán graves consecuencias para el conjunto de la sociedad granadina. En primer lugar, el cierre de los centros de la Universidad de Granada por las tardes durante más de dos meses supondrá la no realización de unos cien contratos de sustitución, aumentando así el paro en la provincia.

Por su parte, la imposición de grupos muy amplios hará imposible las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, que constituyen el núcleo del Plan Bolonia. Y esto pone en peligro la implantación del Plan Bolonia en la Universidad de Granada, que empezará el curso que viene para todas las carreras, pero que, en estas condiciones, supondrá tan sólo un cambio de nombre, dejando a la docencia igual o peor que hasta ahora.

La responsabilidad recae también en la Junta de Andalucía que, en un ejercicio de irresponsabilidad absoluta, en lugar de potenciar la educación superior para salir de la crisis, impone un recorte drástico, justo en el momento en que la implantación del Plan Bolonia exigiría la mejora de las condiciones en que se imparte la docencia en las universidades andaluzas, que están muy lejos de las vigentes en el resto de Europa con las que el Plan Bolonia pretende homologar.

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