El boom de los centros universitarios y las titulaciones ha generado una burbuja en España que ahora, en crisis y época recortes, ha acabado estallando. Las universidades públicas padecen la asfixia financiera y hacen números para pagar las nóminas de los docentes, la investigación agoniza y se cierran laboratorios y los alumnos salen a la calle para protestar contra la subida desigual de las tasas. Y a pesar de esto, se siguen abriendo universidades y ofertando nuevas titulaciones. En este curso se han sumado tres nuevos centros académicos, con lo cual, el mapa universitario lo conforman 82 universidades, 50 de ellas públicas, en las que se ofrecen más de 10.000 títulos entre grados, posgrados, cursos y másteres.
Los expertos en gestión y financiación universitaria consultados por esta redacción coinciden en que hay un exceso de oferta, fruto de años de bonanza en los que han crecido las titulaciones y los centros académicos sin que hubiera una política de planificación acorde con la realidad socioeconómica de cada territorio. «Ha habido un salto muy brusco en la oferta», opina Ana Fernández Zubieta, investigadora del Instituto de Estudios Sociales del CSIC y una de las autoras de un informe de la Comisión Europea sobre modelos de financiación universitaria.
Según datos del Ministerio, alrededor de 370 enseñanzas universitarias no logran matricular a más de 20 alumnos y que mientras las titulaciones han crecido un 43% en los últimos años, los alumnos se han reducido un 15%.
Hay ejemplos que ilustran el exceso de la oferta. En Andalucía las universidades de las ocho capitales ofrecen estudios de inglés y filología hispánica. En Teruel hay una universidad que ofrece cinco grados: Bellas Artes, Magisterio de Educación Especial, Magisterio de Primaria, Administración de Empresas y Psicología. También, en Extremedura los alumnos pueden estudiar Enfermería en Plasencia, Cáceres, Badajoz y Mérida Y en Ceuta hay una facultad de salud donde se puede cursar Enfermería, y aulas para estudiar Ingeniería, Administración de Empresas, Magisterio y Educación Social, gestionadas por la Universidad de Granada.
Fernández Zubieta opina que ha habido una demanda amplia por la enseñanza superior que no ha encontrado hueco en el mercado de trabajo, ya que en el tejido productivo existe un sector que carece de titulación universitaria.
El paro entre los universitarios españoles dobla al de la media europea. Doce de cada cien titulados está en el paro, frente a la tasa del 5,2% de la Unión Europea. Así consta en el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, que alertaba de que la crisis ha dejado a cerca de un millón de jóvenes graduados en el desempleo y que la cifra de parados en este colectivo casi se ha triplicado.
Otro problema de la universidad española es la alta tasa de abandono, del 30%, el doble que en Europa, y el índice de repetidores, pues solo un tercio de los titulados acaba la carrera sin repetir curso, según los datos del Ministerio de Educación.
Por otro lado, las universidades españolas no consiguen figurar entre los centros con más reconocimiento internacional. El índice de Shanghái, el más famoso, sitúa a los campus españoles a partir del puesto 201. Solo diez universidades españolas están entre las 500 mejores del mundo. EEUU, con Harvard, encabeza el ranking.