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Presas fáciles para la causa yihadista

Ceuta
Presas fáciles para la causa yihadista
J. S./CEUTA
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Chabolismo, absoluta falta de urbanización, desempleo, pobreza, delincuencia, analfabetismo… Príncipe Alfonso es, según el informe sobre el avance del islamismo radical, el hábitat ideal para el arraigo de cualquier forma de criminalidad asociada a la marginalidad, lo que la teoría criminológica bautizó como «delincuencia de cristales rotos». Casas derruídas, calles sin asfaltar, pintadas amenazantes, «lanzan el mensaje implícito del todo vale», señala en estudio.

Por si esto no fuera suficiente caldo de cultivo, el debilitamiento de la autoridad se evidencia en la falta de control institucional. «Sólo una o dos parejas de policías locales patrullan el barrio, los llamados lobos por sus compañeros», denuncia el estudio de los dos catedráticos de la UGR, «y la Guardia Civil y la Policía Nacional sólo entran en caso de redada o emergencia». El informe recuerda los recientes ataques contra instalaciones y vehículos de la Policía Local e incluso contra un vigilante privado del centro polifuncional, además de las frecuentes emboscadas.

Hábitat perfecto

Sin empleo, sin esperanza de lograrlo, en la periferia de la sociedad, sin control policial… Los jóvenes del Príncipe son la víctima perfecta para el arraigo de cualquier forma de pensamiento radical. «En estas condiciones es fácil que una persona comience a perder la identidad individual», explican los expertos detallando dos perfiles emocionales que se alternan en estos casos: odio, ira, duda, tensión y aversión se combinan en un peligroso coctel con los sentimientos contrarios de humillación, miedo, tristeza, apatía, aburrimiento y frustración. Jóvenes a la intemperie de las circunstancias, con una elevada carga potencial de agresividad. Presas fáciles y muy permeables a peligrosas influencias que les confunden de esquemas de acción y pensamiento que les hace sentirse seguros y con respuestas y «que terminan destruyendo su personalidad».
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