Fernández Montesinos cree «una verdadera vergüenza» lo sucedido a García Montero
El sobrino de García Lorca y portavoz de la Comunidad de Herederos del poeta, Manuel Fernández-Montesinos, ha dicho hoy en Sevilla que «es una auténtica vergüenza» lo que le ha sucedido al también poeta y profesor Luis García Montero, condenado por defender la memoria de su tío.
«Es una verdadera vergüenza que nadie pueda decir eso de quien ha dicho lo que ha dicho de Federico García Lorca, que nadie puede decirle perturbado, que no es un insulto sino un estado; sé que ese señor me va a demandar a mí también, pero creo que no rige», señaló en alusión al profesor de la Universidad de Granada que ha demando a García Montero.
Este poeta, en un artículo periodístico consideró perturbado al profesor que, en sus clases, calificó de fascista a García Lorca, por lo que al preguntarle por las motivaciones que podían llevar a un profesor universitario a eso, Fernández-Montesinos contestó con humor: «Hay personas que no están en la realidad o estarán influenciadas por traumas infantiles, ojalá yo fuese Freud para explicarlo».
En la presentación de su libro de memorias en Sevilla, «Lo que en nosotros vive» (Tusquets), Fernández-Montesinos, hijo del alcalde granadino que fue fusilado por los franquistas, reiteró que «no es ningún oprobio que mi tío esté enterrado en una fosa común», que el lugar «es una tumba ideal para un poeta» y que se ha convertido en un lugar consagrado, aunque laico.
De ahí que, preguntado por la retirada del juez Baltasar Garzón de la causa de la apertura de las fosas, insistió en que es mejor «si se puede evitar que aquello se remueva», aunque aseguró que su familia es partidaria de que se investigue todo lo necesario para saber «cómo fue el espanto de la represión».
«La represión que no fue sólo en los momentos de guerra, con desmanes en ambos bandos, sino también después, que duró cuarenta años como arma política», señaló para añadir que la Ley de Memoria Histórica le parece «en principio, ideal», pero matizó que «de su puesta en práctica» carece de datos para valorarla.
Sobre Granada y la memoria de su tío, dijo que ni una callejuela de la ciudad lleva su nombre, mientras que sí la tiene el poeta Luis Rosales, falangista amigo de Lorca a quien Fernández-Montesinos describió como «un tipo bastante ambiguo; vamos a dejarlo ahí», y del que recordó que «paseaba por la Facultad de Filosofía y Letras con los correajes de la Falange, que no se los quitó, como sí hizo Dionisio Ridruejo».
Con el futuro Centro Lorca que se erigirá en la granadina Plaza de la Romanilla «es suficiente», consideró antes de añadir que para qué cambiar el nombre a esa plaza ni bautizar con su nombre a una avenida, la de la Redonda, que el poeta no conoció en vida.
Sobre si la obra de su tío es más patrimonio de unos españoles que de otros, aseguró que «los autores son de quienes los admiran y los leen; una vez me dijo un señor, que sabía quién era yo y que él era hijo de guardia civil, pero que le gustaba García Lorca».
«Esto de la equidistancia es un problema gordo», sentenció al recordar la ocurrencia de un alcalde socialista de Granada de homenajear conjuntamente a su padre y al alcalde franquista Gallego Burín y, explicó: «me negué a ir; mi padre no tuvo que fusilar a nadie para ser alcalde, sólo se lo debió a las urnas».
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