La intervención del Banco de España a la deficitaria CajaSur es un fuerte mensaje para que ninguna otra entidad en situación de debilidad dude en fusionarse si no quiere exponerse a caer en manos públicas, al tiempo que deja la puerta abierta a nuevos rescates.
En la actualidad, más de la mitad de las 45 cajas de ahorros se encuentran en alguna fase de proceso de fusión y el Gobierno considera que al menos una tercera parte del sector está obligado a fusionarse.
El Banco de España tomó el sábado las riendas de Cajasur al fracasar su fusión con Unicaja.
«La actuación del Banco de España era necesaria y ha sido acertada», dijo Santiago Carbó Valverde, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y consultor de la Reserva Federal de Chicago.
«Envía un mensaje a las cajas que no lleguen con sus deberes hechos al 30 de junio (fecha en la que vence el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria FROB) de que se exponen a ser intervenidas. Después del FROB, sólo hay intervención», agregó.
Otros analistas consideran que la actuación del Banco de España da credibilidad al mensaje del Gobierno de que quiere agilizar las fusiones.
Otras cajas que, según distintos analistas, ahora mismo se encontrarían en el punto de mira del Banco de España serían Caja Guadalajara, en proceso de fusión con CajaSol, y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAHM.MC: Cotización), que tras negociaciones con Caja Murcia sigue operando en soledad.
El Gobierno creó en junio del año pasado el FROB con el objetivo de mejorar la solvencia de las entidades financieras.
La Comisión Europea aprobó en enero pasado el marco general del esquema de apoyo español al sistema financiero hasta finales de junio, con la posibilidad de una ampliación.
En el mercado se considera que la Unión Europea sólo autorizaría ampliar plazos en los casos de operaciones en marcha antes de la fecha aunque no finalizadas.
MERCADO PENALIZA A BANCA ESPAÑOLA
A pesar de los que analistas consideraron adecuada la actuación del Banco de España, su papel también ha desatado los temores sobre posibles nuevas intervenciones en el sector financiero en un momento delicado para España en los mercados.
Las primas de riesgo de la deuda soberana se han disparado y han llevado al Gobierno a adoptar un duro plan de ajuste.
Carbó reconoció que los mercados podían hacer una doble lectura de la actuación de la entidad emisora y que algunas entidades se verían penalizadas en la bolsa al desatarse el miedo a que «otras entidades o cajas puedan ser intervenidas o requieran de ayudas».
Sin embargo, él cree que «el conjunto del sistema no está en peligro y se ve apoyado por estos mecanismos de actuación».
La entidad emisora aseguró el sábado que el sistema bancario no iba a ver afectada su solidez en absoluto por la intervención de CajaSur porque representa apenas el 0,6 por ciento de los activos del sistema financiero doméstico.
Credit Suisse destacó en una nota de análisis que el temor que subyace detrás de la intervención de CajaSur es que puedan seguir aflorando nuevas bolsas de morosidad y más activos problemáticos y que sean necesarias más provisiones para afrontar esta situación.
En la bolsa española, las acciones de bancos españoles reflejaban estos temores y figuraban entre los papeles que más caían en Europa.