Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) basado en el denominado «juego de la confianza» ha indicado que las personas con menos renta o que han sufrido un robo o agresión en el último año presentan un comportamiento más «antisocial» que la mayoría.
Según la información facilitada por el director de la investigación a Efe, Pablo Brañas, de los resultados del estudio ‘Confianza y reciprocidad en Granada’ también se ha desprendido que no hay relación alguna entre la edad y el comportamiento social, habiendo más «antisociales» entre los hombres que se autodefinen como insatisfechos.
«Los hombres felices son más desconfiados y este efecto es exactamente inverso con las mujeres», ha añadido Brañas, quien ha apuntado que «por lo general las mujeres son más «estratégicas» acrecentándose esta forma de orientar las relaciones sociales conforme mayor es el poder adquisitivo y el nivel educacional.
El «juego de la confianza» se ha realizado gracias a la participación de 818 familias de diferentes perfiles socioeconómicos a la mitad de las cuales los investigadores dieron, en una primera fase, 10 euros para pedirles que decidieran, como jugador 1, si se quedaban o pasaban el dinero a las otras familias (jugador 2).
De decidir dar el dinero, el jugador 1 había de asumir la «incertidumbre» de perderlo todo o de recibir 22 euros pues los organizadores convertían los 10 euros cedidos en 40 euros cuando eran recibidos por el jugador 2.
Todos los que fueron jugadores 1 participaron en una segunda fase en el rol del jugador 2 que puede quedarse con los 40 euros o devolver 22 a quien antes confió en él.
«Tanto confianza como reciprocidad son claves para el capital social», ha explicado Brañas sobre el fin principal de esta investigación de la que también son autores Antonio Espín Martín, Filippos Exadaktylos, Teresa García Muñoz, Juan Francisco Muñoz Rosas y Ana Trigueros Sánchez.
El grupo Globe del Departamento de Teoría e Historia Económica ha tratado de contribuir a encontrar claves para averiguar por qué la gente coopera «en ausencia de lazos genéticos» en entornos anónimos, «una de las preguntas abiertas en la ciencia» aún hoy, ha explicado Pablo Brañas, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico.
El principal dato que extrajo Globe fue que la mayoría es «prosocial», es decir, un 56,6 por ciento pasa los 10 euros cuando es jugador 1 y devuelve 22 cuando es jugador 2.
«Ayuda a la sociedad (genera 40 euros en vez de 10) y luego es recíproco con el que es generoso con él», ha señalado Brañas que ha añadido que aquel que se queda con los 10 euros cuando es jugador 1 y que no devuelve nada cuando es jugador 2 responde al perfil «antisocial» en el que se encuadra un 14,8 por ciento del total de la muestra.
Hay un 14,8 por ciento del total que se ajusta a un perfil «desconfiado pero recíproco» mientras que un 13,8 por ciento del total es «estratégico», esto es, aquel que pasa los 10 euros cuando es jugador 1 y no devuelve nada cuando es jugador 2, una característica sobre la que incide este profesor de la UGR pues este tipo de personas «se aprovecha» y se queda con los 40 euros generados por el que confió en él.