Castilla y León se ha marcado como reto superar los 60.000 estudiantes de español al año en el marco de su plan especial de promoción del sector de enseñanza del idioma. La viceconsejera de Economía, Begoña Hernández, señaló ayer en la clausura del congreso ‘Comunidad Ele’ que se ha celebrado en Salamanca que se trata de «un objetivo ambicioso pero posible gracias a la enorme profesionalidad del sector en nuestra comunidad».
En este momento, Castilla y León recibe en conjunto a 45.000 estudiantes extranjeros del idioma al año, lo que representa aproximadamente el 20% del sector en toda España. Una cifra que, según la viceconsejera, «puede superarse gracias al esfuerzo que llevamos desarrollando varios años con el fin de incentivar esta comunidad como un destino preferente para los alumnos».
Begoña Hernández mantuvo un encuentro con los representantes de las escuelas de español de Castilla y León presentes en el congreso, que la viceconsejera consideró como «la mayor misión inversa posible para que profesionales del sector en el extranjero hayan podido conocer ‘in situ’ la calidad y la oferta de nuestras empresas».
Cerca de 800 profesores de español de 20 países, el 75% de Estados Unidos, han participado finalmente en el congreso. Hernández señaló que «gracias a encuentros como éste, ahora estas personas pueden actuar en sus países de origen como grandes embajadores para que puedan venir más estudiantes aquí».
Recurso económico
La viceconsejera insistió en que el español «es un gran recurso económico para Castilla y León», recordando la importancia para las universidades y las escuelas privadas, además de para las familias que alojan en muchas ocasiones a los estudiantes y para todo el sector de servicios de la comunidad.
Según el último estudio nacional sobre el valor económico del idioma, se puede considerar que el español supone el 15% del PIB de España, incluyendo los movimientos generados por la industria cultural. Hablando en exclusiva del denominado «turismo idiomático», los ingresos generados al año por las personas que llegan a estudiar el castellano a España puede rondar los 460 millones de euros.
Según las cifras de Turespaña, el 85% de esta cifra procede de estudiantes que se decantan por estudiar el español en centros privados y, aparte de la matrícula, el mayor porcentaje del gasto derivado es el de la manutención.
A pesar de que solamente el 10% de los estudiantes totales se decanta por una universidad, las encuestas cualitativas realizadas subrayan el enorme prestigio en los principales países de procedencia de tres de ellas, la Universidad de Salamanca, la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad de Granada, como focos de atracción de alumnos.
En torno a ellas, se teje el mapa de la demanda actual de estudiantes de español. Andalucía ocupa el primer lugar en recepción de estudiantes -con una oferta concentrada en Granada, Málaga, Sevilla y Cádiz-, mientras que Castilla y León ocupa el segundo lugar. Salamanca supone en estos momentos el 50% de la oferta formativa de español de la comunidad y el 6% de la oferta nacional y es la primera ciudad, junto con Madrid, por número de centros con calidad acreditada por el Instituto Cervantes.
