Musulmanes españoles de origen inmigrante que residen en Granada crean el partido musulmán Renacimiento y Unión
Era cuestión de tiempo. la entrada incontrolada de radicales islámicos e inmigrantes musulmanes ha propiciado la creación del primer partido musulmán español. El partido pretende representar a los islamistas residentes en España y a los inmigrantes, sean o no musulmanes.
José Antonio Peña Ramos, profesor del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada afirma en El Ideal de Granada que «desde 1995, los partidos políticos de base musulmana constituidos en España lo han sido en el ámbito de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, cuyo electorado musulmán ha presentado un comportamiento electoral caracterizado fundamentalmente por su elevada desmovilización y por la elevada fragmentación de su voto. Hasta ahora los partidos de base musulmana han presentado un carácter de marcado localismo político e incluso se han orientado a determinados grupos dentro del electorado musulmán. De ahí que unos se hayan visto abocados al fracaso, como el Partido Nacionalista del Rif o el Partido Hispanobereber, y otros hayan tenido una presencia limitada en los diferentes órganos de representación, como el Partido Democrático y Social de Ceuta y la Unión Demócrata Ceutí. No obstante, en Ceuta los partidos de base musulmana han duplicado su porcentaje de voto desde 1999. También en Melilla estos partidos han visto aumentado su apoyo, en particular Coalición por Melilla, aunque actualmente se encuentra atravesando una crisis».
Renacimiento y Unión aspira a todo, aunque sin dejar de tener los pies en el suelo. «Seguro, algún día no muy lejano, no más de treinta años, uno de nuestros hijos será alcalde, ministro e incluso presidente de la nación», dicen. Para el profesor Peña, esa ambición es lo que diferencia a Renacimiento y Unión de los partidos ya existentes de origen musulmán. «La gran novedad que puede introducir en el actual sistema de partidos Renacimiento y Unión es que constituye una iniciativa, según sus dirigentes, con una vocación claramente nacional, o que, cuanto menos, tratará de trascender el ámbito estrictamente granadino. De hecho, Madrid contará con una sede. Se trata, además, de un partido que, siempre según sus dirigentes, tratará de ampliar su espacio electoral hacia el conjunto de la población extranjera o de origen extranjero.
Para los impulsores del embrión de partido -el proyecto aún no ha superado esa fase-, es necesario que haya en España una formación que esté dirigida por una de las «minorías» que existen en el Estado. Da igual -recalcan- que esa «minoría» sea «autóctona o de origen árabe, africana, asiática, latina…», lo que importa es que se unan «para defender sus derechos».
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