La trata y tráfico de personas, una historia que relaciona pobreza, explotación e ineficiencia jurídica. En Bolivia cada año al menos unas 200 personas caen en las redes de organizaciones dedicadas a trasladar bolivianos hacia los centros de explotación como talleres de costura, comercio sexual, construcción, agricultura, labores domésticas, zafras y una diversidad de empleos fuera del país.
Según el director de la Fundación Infante-Promoción Integral de la Mujer y la Infancia, Miguel Gonzales, «el problema de la trata se debe entender como un flagelo relacionado a lo económico. Entonces, la gente ve en el exterior mejores posibilidades económicas y son víctimas fáciles de estas redes».
La mayoría de las víctimas de trata y tráfico en Bolivia son capturadas a través de publicidad engañosa y llevadas fuera del país. Argentina, Perú, Estados Unidos y Europa, aparecen como los destinos más frecuentes de la redes de tratantes, según una investigación del Centro de Capacitación y Servicio para la Mujer.
El último reporte del Observatorio de Trata y Tráfico alerta sobre la explotación sexual a la que son sometidas las indígenas bolivianas en las minas de Perú, donde los tratantes cobran dos soles (alrededor de cinco bolivianos). El informe explica que las víctimas más frecuentes son las adolescentes que son captadas en las comunidades pobres y al llegar a los centros mineros son identificadas por su vestimenta.
Un recuento de las denuncias recibidas en los últimos cinco años advierte que sólo el pasado quinquenio se registraron más de mil víctimas de trata de personas, que vivieron para denunciar a los tratantes y traficantes, que las explotaron dentro y fuera del país.
A pesar de las más de mil denuncias sólo cinco de ellas llegaron a los tribunales y culminaron con una sentencia. La cifra revela que más del 90 por ciento de estos casos quedan en la impunidad y una gran cantidad de las víctimas prefiere no denunciar, sobre todo porque son amenazadas por las redes con ir también a la cárcel por haber usado documentos falsos. Sin embargo, la leyes internacionales y nacionales protegen a las víctimas al considerarlas inimputables.
Cifras
En lo que va de 2012, se han reportado 94 casos de trata y tráfico de personas en todo el país, la mayor parte de ellos en La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba.
También, son parte de estos datos los más de 118 adolescentes desaparecidos en La Paz, posiblemente vinculados a redes de trata.
Según el reporte del Observatorio de Trata y Tráfico y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en 2008 se registraron 256 casos en Bolivia vinculados a estas redes, 220 de ellos por trata de personas y 15 por tráfico; en 2009 las cifras llegaron a 302, 286 casos de trata y 17 de tráfico; en 2010 hubo con un total 256 casos, 154 de ellos por trata; y en 2011 se registraron 205.
Bolivia es parte de los 186 países que luchan contra este flagelo y en 2011 se ubicó en la categoría dos de las cuatro que contempla el Informe sobre la Trata de Personas, publicado por el Departamento de Estado Americano, debido a que no está cumpliendo con los estándares mínimos; pero sí está haciendo los esfuerzos para luchar contra estos delitos.
A fines de junio de 2012, se conocerá el nuevo reporte, que antes de su difusión ya ha recibido críticas, porque se limita a una muestra estadística.
El informe de 2011 reflejó que los esfuerzos de varios países para combatir la trata y el tráfico.
Aplican estudios genéticos para dar con las víctimas
El 14 de septiembre de 2011, la vida de Elena Mariela Condori (16) se convirtió en una pesadilla. Su hijo de apenas días de nacido desapareció del hospital materno infantil de La Paz, fue víctima de trata. Ella contó que le entregó su hijo a un supuesto médico que le pidió al niño para llevarlo a bañar. Desde entonces no lo vio más.
El caso de Elena Mariela no es el único, en Cochabamba la Brigada de Protección a la Familia atendió en lo que va de 2012, al menos dos denuncias de bebés vendidos por sus propios padres. Pero, también hay relatos como los de las jóvenes adictas a la clefa, que aseguran que una vez que las organizaciones les quitan a sus hijos no vuelven a saber de ellos, por lo que han recurrido a instituciones no gubernamentales para denunciar el «robo» de sus hijos.
Ante esta arremetida de los tratantes que pueden mimetizarse hasta en un hospital para sustraer un bebé, otros países han dado un salto en las investigaciones al recurrir a la ciencia para identificar a las víctimas. Ahora el reto de médicos y la genética es la identificación de las víctimas de la trata para evitar adopciones ilegales, lograr que los niños de la calle recuperen a sus familias y reducir la prostitución infantil. Los ambiciosos objetivos son encabezados por el Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada.
«La trata de personas sigue siendo un problema global y se constata que los países aún tienen mucho por hacer»
Informe Anual sobre Trata de Personas
PUNTOS DE PALERMO
J El Protocolo de Palermo es un documento de las Naciones Unidas, ratificado por muchos países, que exige prevenir el tráfico de seres humanos, proteger a las víctimas y perseguir a los traficantes.
El informe anual examina como cada una de estas estas tres premisas se aplicada en los 186 países.
J Varios Estados contemplan al delito de la trata de seres humanos como de lesa humanidad e imprescriptible, porque utiliza a la persona como objeto y mercancía; en cambio, el tráfico de seres humanos puede limitarse a burlar normas migratorias.
J Las niñas y adolescentes suelen ser más vulnerables a las redes de tratantes.
J El bajo nivel escolar y la exclusión del sistema educativo hacen que niños, niñas y adolescentes estén expuestos a la explotación. En tanto, la adicción a las drogas y el alcohol aumentan la vulnerabilidad.
LAS DEFINICIONES
J La trata de personas es el reclutamiento, transporte, transferencia, resguardo o recibo de personas por medio de la amenaza, secuestro, engaño, abuso de poder o forma de pago, con fines de explotación.
J Las víctimas de trata pueden ser adoptadas ilegalmente, explotadas laboralmente, insertadas en el comercio sexual, captadas por redes de tráfico de órganos y obligadas a mendigar.
J El tráfico de personas es la salida y entrada ilegal de una persona a un país, por ello el tráfico y la trata suelen estar unidas.