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Reducir las calorías un 30% en la dieta previene el desarrollo del Parkinson
Europa Press., Madrid
Una reducción calórica del 30% en la dieta a largo plazo previene del desarrollo de la enfermedad de Parkinson a través de la producción de factores de crecimiento que evitan la muerte de las neuronas de dopamina, según un estudio desarrollado en monos rhesus por investigadores del Instituto Nacional del Envejecimiento (Estados Unidos) que se publica en la revista «Proceedings of the Nacional Academy of Sciences».
Según los expertos, diversos estudios sugieren que el proceso normal de envejecimiento causa la perdida de neuronas de dopamina en la sustancia negra, la principal área cerebral afectada por la enfermedad de Parkinson. En tal sentido, la enfermedad de Parkinson parece ser una aceleración del proceso de envejecimiento. Los científicos examinaron los efectos de la restricción calórica, que ha mostrado tener fuertes efectos antienvejecimiento, en la susceptibilidad de los monos rhesus ante la inducción experimental de la enfermedad de Parkinson. Durante 6 meses, los monos recibieron una dieta con un 30 por ciento menos de calorías que la dieta de los animales control. En ese punto, los monos fueron inyectados con una toxina que causa una enfermedad similar al Parkinson.
Según los investigadores, los monos con dieta restringida de calorías mostraron niveles más elevados de dopamina en el cerebro en comparación con los monos control, y altos niveles del factor de crecimiento, GDNF, en una región cerebral llamada núcleo caudado. Estos resultados sugieren que las dietas a largo plazo con restricciones calóricas pueden reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson a través de activar la producción de factores de crecimiento protectores en el cerebro, que evitan la muerte de las neuronas de dopamina.
Investigación
Por otra parte, científicos de la Universidad de Granada (UGR) estudian el modo de frenar la muerte celular, base de enfermedades degenerativas como el Parkinson, relacionando este proceso con daños en la fuente de energía de las células, la mitocondria.
Los investigadores han comprobado, en experimentos con animales y cultivos celulares, que la melatonina (hormona que se produce en todos los órganos del cuerpo humano), puede proteger a las células de los ataques que provocan su muerte, así como prevenir la disfunción mitocondrial que en ellas se produce.