YAK-42
Cardona no puede hacer el ADN a las cenizas de su hijo
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El entierro del sargento será mañana
José Parrilla, Valencia
La familia del sargento de Alboraia Francisco J. Cardona Gil, muerto en el accidente del Yak-42, enterrará sus cenizas mañana, jueves, después de intentar sin éxito someterlas a pruebas de ADN en la Universidad de Granada. Así lo aseguró ayer el padre del militar, Francisco Cardona, quien dijo sentir al menos la «satisfacción personal de haber hecho todo lo posible por saber la verdad».
El sargento de Alboraia fue uno de los 62 militares españoles que murieron el 26 de mayo de 2003 en un accidente de avión en Turquía cuando regresaban de una misión en Afganistán. Treinta de aquellos cadáveres fueron mal identificados -se comprobó cruzando las muestras guardadas en Turquía con sus padres- y entregados a familias equivocadas, así que hubo que exhumar los cuerpos para corregir el error.
El problema es que nueve de ellos habían sido incinerados y ya no era posible analizar directamente los restos para garantizar al 100% su identidad. Sólo podían recibir las cenizas de los cuerpos señalados en las primeras pruebas.
Último intento
Aún así, Cardona no desistió en su empeño de eliminar hasta la última duda. Los restos de su hijo los tenía una familia de Zaragoza que se los entregó el pasado sábado, y al día siguiente se trasladó a Granada para entrevistarse con miembros de la Cátedra de Medicina Legal de la Universidad de esta ciudad. Finalmente, allí tampoco pudieron ayudarles, pues las partículas que había en la urna eran muy pequeñas para someterlas a análisis.
Así pues, el entierro final se hará mañana por la tarde en el cementerio de Alboraia. Eso sí, Cardona se guardará las partículas más grandes por si en el futuro la ciencia permite hacer ese tipo de pruebas.
«No puedo decir que esté contento, pero estoy satisfecho, porque he hecho todo lo que estaba en mi mano por conocer la verdad», dijo.
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