¿Puede llegar a quebrar España?
La situación no es comparable con la de Grecia, pero el rápido deterioro de las finanzas públicas resulta alarmante y obliga a adoptar medidas
13.12.09 – 02:21 –
ANA BARANDIARAN
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LAS REACCIONES
STANDARD & POOR\’S AGENCIA DE CALIFICACIÓN
«Aún no se han adoptado las políticas para reducir el déficit fiscal»
J. L. RODRÍGUEZ ZAPATERO PRESIDENTE DEL GOBIERNO
«El retorno al crecimiento económico es inminente»
MARIANO RAJOY LÍDER DE LA OPOSICIÓN
«España es un país fiable, pese a que el Gobierno de Zapatero no lo es»
Hace sólo unos meses plantearse la quiebra de España era un absurdo. Ahora no lo es tanto. Sigue siendo un escenario muy improbable y remoto…, pero no imposible. Las dudas sobre la capacidad de Grecia para hacer frente a los pagos de su deuda han puesto de manifiesto que esta amenaza no afecta únicamente a economías tan extravagantes como la de Dubai, que quiso levantar una especie de Mónaco en pleno desierto. En estos momentos hay un \’señor\’ país de la \’zona euro\’ en tela de juicio, lo que ha puesto en la picota a todos los estados frágiles y, por mucho que le pese a José Luis Rodríguez Zapatero, la nación que preside está en ese saco de \’sospechosos\’.
El problema del exceso de deuda pública es global. Como respuesta a la crisis, todos los países industrializados han echado mano de las arcas del Estado para salvar sus respectivos sistemas financieros de un posible colapso; también para estimular la actividad y reducir el paro. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de que, a causa de los planes de rescate, el nivel de endeudamiento público en las economías avanzadas llegará en 2014 al 110% del Producto Interior Bruto (PIB) frente al 80% de antes de la recesión. Sólo entre este año y el que viene las naciones más desarrolladas emitirán títulos por ocho billones de euros.
A partir de ahí, lo que los inversores examinan con lupa es la capacidad de cada cual para hacer frente a esa mayor carga. Para ello se dejan guiar por las agencias de calificación de riesgo, cuyo criterio sigue gozando de gran predicamento a pesar de que fallaron estrepitosamente durante la crisis, al no predecir la quiebra de Lehman Brothers y el fiasco de las hipotecas \’subprime\’. Son ellas las que han disparado las alarmas en los últimos días.
Rebaja en las notas
Primero fue Fitch al recortar el ráting de la deuda soberana de Grecia desde A- a BBB+, sólo dos niveles por encima de los bonos \’basura\’. Sólo un día después le tocó el turno a España. Esta vez fue Standard & Poor\’s la que atacó, al colocar en perspectiva negativa su calificación, lo que supone la antesala de una rebaja de la nota, actualmente situada en AA+. Este país ya fue expulsado en enero del selecto club de la AAA, la máxima puntuación, en el que figuran las grandes potencias como Estados Unidos, Alemania y Francia.
«La situación de España no es en absoluto comparable con la de Grecia, que acumula años de desequilibrios. Nuestros ratios de deuda están más cerca de los de Francia e Italia», apunta Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y consultor de la Reserva Federal de Chicago. Y es que, aunque el endeudamiento público nacional rondará el 66% del PIB en 2010, la cifra es casi la mitad de la que arroja su vecino heleno, que llegará al 125%, según las últimas estimaciones de la Comisión Europea. Incluso se sitúa por debajo del 76% previsto para Alemania y el 82% de Francia.
Sin embargo, para Leopoldo Pons, decano del Colegio de Economistas de Valencia, «lo preocupante en el caso de España no es tanto la foto fija, sino el vertiginoso deterioro de sus finanzas». La deuda pública va a pasar del 40% al 74% del PIB en el horizonte de 2011, lo que supone un incremento del 85% en sólo tres años, cuando el aumento en la \’zona euro\’ se limitará al 27%. Es la consecuencia de tener que financiar un descontrolado déficit que en el presente ejercicio se va a disparar por encima del 11% del PIB, debido a que crecen los gastos mientras se desploma la recaudación.
Reducir el gasto
«España tiene la suerte de que partía de un nivel muy bajo de deuda pública gracias al dinero que aportaron las privatizaciones. Pero ya no quedan empresas rentables del Estado que privatizar. Ahora la única forma de enderezar las cuentas públicas es vía fiscal: reducir el gasto y dinamizar la economía con una rebaja de impuestos para elevar la recaudación», añade Manuel Romera, director del sector financiero de IE Business School.
Si no quiere un recorte de calificación de la deuda, que tendría consecuencias gravísimas, el Gobierno de Rodríguez Zapatero debe convencer de que tiene un plan para ir reduciendo el déficit, hasta situarlo en el 3% en el horizonte de 2013. Pero, por ahora, no lo ha hecho. Su plan para subir impuestos como el IVAy su Ley de Economía Sostenible no han logrado, en absoluto, disipar los temores. Al contrario.
El informe de Standard & Poor\’s no podía ser más explícito. «En nuestra opinión, reducir el considerable déficit fiscal y los desequilibrios económicos de España requieren drásticas medidas políticas que aún no se han materializado», señala. Según explica la agencia, su desconfianza obedece a que las previsiones de crecimiento de la economía nacional son muy pobres: augura un avance medio en el PIB per cápita del 0,1% entre 2009 y 2012, cuando los países con calificación AA van a crecer en torno al 2%. También se muestra muy crítica con las rigideces del mercado laboral y advierte de que el paro se va a mantener en el entorno del 20% en el medio plazo.
Es difícil romper el círculo vicioso en el que ha quedado entrampada la economía nacional. Debido a ese elevadísimo paro, la recaudación se ha desplomado: España es el país de la OCDE en el que más han caído los ingresos públicos, al descender desde el 37,2% del PIB hasta el 33%. Mientras, el gasto se dispara por las cada vez más voluminosas prestaciones por desempleo y también por los programas de estímulo puestos en marcha, como el \’Plan E\’. «Zapatero confía demasiado en que el déficit se corrija por la recuperación general de la coyuntura, pero creo un problema estructural», argumenta Gregorio Izquierdo, director del servicio de análisis del Instituto de Estudios Económicos.
Si el Gobierno no adopta las medidas oportunas, habrá un recorte de calificación de la deuda, lo que tendría un coste enorme al encarecer la financiación. Sólo el cambio de perspectiva anunciado por Standard & Poor\’s ha causado estragos. Como consecuencia de este