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Advierten de las graves secuelas que puede causar a un bebé el ser zarandeado

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Advierten de las graves secuelas que puede causar a un bebé el ser zarandeado
INNOVA PRESS/CÁDIZ
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El llanto de un bebé es el único recurso que tiene el niño en sus primeros años de vida para manifestar su estado de ánimo y necesidades. Cuando el llanto no cesa, los padres o cuidadores, desesperados, pueden reaccionar bruscamente y zarandear al bebé. La sacudida violenta de la cabeza del niño pequeño provoca daño cerebral. Esta es una de las graves consecuencias que se extrae de la amplia revisión bibliográfica realizada por la Unidad Docente de Matronas de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada (UGR).

La profesora de Enfermería Concepción Ruiz, encargada de dirigir el estudio, explica que el síndrome del bebé zarandeado es poco conocido, y puede producir múltiples lesiones que a veces no son evidentes externamente. Aunque la gravedad del daño cerebral depende de la frecuencia, intensidad y duración del zarandeo, existen otras alteraciones leves observadas como irritabilidad, letargo, temblores, vómitos o pérdida de apetito, y otras más severas como lesiones oculares y fracturas de huesos.

Según el estudio, las víctimas son menores de dos años y los agresores, en un mayor porcentaje, los hombres: el padre (44%) seguido del novio de la madre (20%); y en el caso de las mujeres, suelen ser las niñeras (18%) y en menor medida las madres (7%).
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