Si finalmente triunfa lo que algunos ya llaman italianización de las cajas ?traspaso de negocio a un banco, conversión en fundaciones y liquidación final?, se produciría un notable impacto sobre las inversiones sociales en España y supondría que casi un 7% de los españoles (más de 3,1 millones de ciudadanos) se quedarían sin cobertura financiera, es decir, excluidos de poder recibir un servicio en la banca, sin siquiera tener un lugar en el que guardar su dinero, sin una cuenta corriente. En Italia, volviendo al caso inicial, un 22% de la población se quedó sin cartilla.
Esos datos proceden del último estudio realizado sobre el coste que supondría un sector financiero sin cajas, y explica así como este tipo de entidades han captado clientes con rentas muy bajas (los que viven por debajo del 60% del nivel medio de la renta nacional) que no serían recibidas en otro tipo de financieras. Y no se trata solo de ingresos: hay determinadas poblaciones, de pequeño tamaño, donde solo están presentes oficinas de las cajas. Determinadas zonas de Galicia son un buen ejemplo de esa inclusión territorial que ha llevado a que más del 97% de la población española tenga en su municipio una firma de ahorros.
El informe está firmado por el profesor Santiago Carbó, de la Universidad de Granada, y pone de manifiesto que esas entidades aportan, con su crédito concedido al sector privado, el 6,2% del crecimiento del PIB de las autonomías. La contribución de toda la banca, incluyendo a los bancos y las cooperativas de crédito, se queda en un 5,1%.
La inclusión financiera y la contribución económica regional son «las principales contribuciones» de estas firmas al desarrollo social de España, abunda Carbó. Su informe explica que la contribución de las cajas a través de su obra social supondría una media de inversión de 182,1 euros por persona. «De no existir las cajas tal y como las conocemos, se resentiría de forma considerable la competencia bancaria en España y se reducirían sensiblemente las posibilidades de financiación e inversión», concluye Carbó.
Fidelidad
Otro informe, en este caso de la consultora FRS-Inmark, detalla que para un 63% de los clientes de banca en España su única entidad es una caja de ahorros. Es decir, es la única firma con la que operan. El dato es del 2010, y con respecto al 2009 subió algo más de dos puntos. Ese porcentaje baja hasta un 45% cuando se trata de los dos grandes (Santander y BBVA), y hasta un 36% para el resto de bancos. Es decir, hay una mayor fidelidad de la clientela hacia las financieras de ahorro.
