Los restos que se conservan en la catedral de Sevilla son de Colón
Los resultados del estudio de ADN del almirante y de su hermano no dejan lugar a dudas
Un equipo gallego coordinado por Ángel Carracedo ha participado en la investigación
Los misterios sobre su vida persisten a los cinco siglos de su muerte
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Autor de la imagen: EMILIO MORENATTI Publicidad
(Firma: Enrique Clemente | Lugar: la voz | madrid)
Publicidad: Uno de los enigmas que envuelven la vida y la muerte de Cristóbal Colón se ha resuelto -al menos en parte- cinco siglos después de su desaparición. Los restos de los huesos depositados en la catedral de Sevilla son del almirante sin ningún género de dudas, según aseguró ayer José Antonio Lorente, director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada y jefe del grupo de investigadores españoles que ha desvelado el misterio. El análisis del ADN de los huesos del almirante, exhumados en junio del 2003, de su hermano menor, Diego, y de su hijo natural Hernando son concluyentes.
Lo que es seguro es que parte de los huesos del célebre marino están en Sevilla, pero en la capital andaluza sólo hay un 15% de su esqueleto. Por eso, como afirmó Lorente, «tiene que haber otros huesos en otros lugares». Varios investigadores han apuntado la hipótesis de que Colón esté enterrado en dos lugares, Sevilla y la República Dominicana.
Las autoridades de Santo Domingo no han accedido, hasta ahora, a que el equipo de trabajo dirigido por Lorente analice también el ADN de los restos que yacen allí, lo que «permitiría completar la historia», según dijo ayer el experto almeriense.
En la investigación, que ha durado tres años, ha participado un equipo gallego dirigido por Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal de la Universidade de Santiago. «Ha sido un trabajo tremendamente dificultoso porque los restos de Diego de Colón estaban en muy mal estado y era imprescindible analizarlos porque se trataba de un estudio del ADN mitocondrial, que sólo se hereda de las madres, por lo que el del hijo no valía», explica a La Voz Carracedo. «Hemos resuelto un enigma histórico interesante, aunque se sospecha que en Santo Domingo está parte del cadáver», añade. Nuria Naverán, investigadora del Instituto de Medicina Legal de Santiago, realizó buena parte del trabajo y viajó a Estado Unidos para estudiar las últimas técnicas de secuenciación del ADN.
El Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada trabaja también en otro proyecto para averiguar dónde nació Colón. Para ello, debe contrastar el cromosoma Y -el único heredado por vía paterna- del ADN de su hijo Hernando (cuyos restos están mejor conservados) con el de las personas vivas que tengan un apellido vinculado al del almirante (Colom, Colón, Colombo) y con antecedes de haber vivido en los lugares donde se dice que vino al mundo. Según ha declarado Lorente, las conclusiones del trabajo sobre el origen de Colón se conocerán a finales de año, ya que aún no ha terminado la fase de recopilación de muestras.
Del análisis de los restos analizados puede deducirse que Colón murió con menos de 70 años, que su hermano Diego padecía una artrosis avanzada y artritis reumatoide y falleció a los 60 y que su hijo Hernando lo hizo antes de cumplir 55, era robusto y no tenía ninguna enfermedad de los huesos.