I+D
Galicia es la quinta comunidad con mayor producción científica
El 85% de las publicaciones relevantes proceden de alguna de las tres universidades
Un informe subraya la poca aportación del sistema sanitario público a la actividad investigadora
Un sistema joven cada vez con más presencia en redes de colaboración
El Concello vigués da vía libre a la Ciudad de la Tecnología del campus
SANDRA ALONSO
(David Gippini | santiago)
El aumento de los fondos públicos destinados a Investigación y Desarrollo (I+D) ha permitido a Galicia convertirse en una de las comunidades destacadas en cuanto a producción científica, hasta el punto de ocupar la quinta plaza en una clasificación encabezada por Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia. Así se refleja en el informe Indicadores científicos de Galicia , promovido por el Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Galicia (Bugalicia) y que fue presentado ayer en Santiago.
El estudio analiza la evolución de la producción científica gallega en los últimos quince años, revelando sus puntos fuertes y sus debilidades. Como aspecto positivo, hay que señalar la consideración de Galicia como potencia investigadora en el ámbito nacional, con una producción equivalente al 8% del total nacional. Una tasa que resulta aún más meritoria si se tiene en cuenta que la comunidad gallega ha sido capaz de escalar posiciones y de ganar cuota con respecto al resto de España a pesar de que el aumento de la producción investigadora ha sido común a todas las comunidades.
Lagunas de la comunidad
Félix de Moya, coordinador del estudio y vicerrector de la Universidad de Granada, señala que este crecimiento se debe en buena medida al esfuerzo inversor de la Xunta, proporcionalmente mayor que el realizado en otras comunidades, así como a la creación de las universidades de Vigo y A Coruña, que ha multiplicado los focos investigadores.
Como contrapartida, el informe subraya las lagunas de la red investigadora gallega. Algunas ya conocidas, como la escasa aportación de las empresas privadas a la investigación, hasta el punto de que las universidades generan el 85% de la producción. Según explica Félix de Moya, la clave para resolver esta carencia es «convencer a los empresarios de que invertir en investigación es rentable, con apoyo público a las sinergias entre las universidades y el capital privado».
Pero si la escasa vocación científica del empresariado gallego era ya conocida, no se puede decir lo mismo de la relativamente baja producción científica correspondiente al sistema sanitario, lo que equivale a decir que en los hospitales gallegos se investiga poco. Una situación que se está empezando a corregir a través de la incorporación de nuevos actores, tanto empresas como institutos de investigación para áreas específicas.
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