75253 Físicor, Deporticia, Expresanto y Naturalia son los cuatro reinos de la asignatura de Fundamentos de la Educación Física que imparte en la Universidad de Granada el profesor Isaac Pérez López a aquellos alumnos que quieren aprender a ser profesores de la materia. Por iniciativa suya, la enseñanza se estructuró este curso en torno a la serie Juego de tronos con resultados de implicación y motivación espectaculares por parte de sus 62 alumnos. «La serie cuenta con valores y emociones que se dan en el día a día y me parecía el contexto ideal, porque los protagonistas tienen que tomar decisiones constantemente y adaptarse a situaciones inesperadas», explica.
Adaptar los contenidos de la materia a las tres tramas de la ficción (la conquista del Trono de Hierro, la defensa de El Muro y el regreso de Daenerys a Poniente) fue lo que más trabajo le costó al profesor, pero, a la vista de los resultados, tiene claro que mereció la pena. «Considero que la educación debe partir de un aprendizaje significativo y esta serie para los estudiantes lo es», justifica Isaac Pérez.
Como valor añadido a una asignatura eminentemente teórica, los alumnos tenían que hacer una serie de kilómetros a la semana corriendo, nadando o en bicicleta para ir de un reino a otro. Tomando el objetivo principal de la asignatura, que es aprender a diseñar unidades didácticas, como equivalente a poseer la fórmula del mejor acero valyrio, la demanda de trabajo por parte de los alumnos fue constante. «No he obligado a nadie a hacer nada; la propia dinámica los llevaba a pedirme más tarea y a implicarse en hacer un buen trabajo y obtener más beneficios», explica.
La respuesta de los alumnos, divididos en distintas casas o linajes, superó sus expectativas.
Entre la enseñanza tradicional y la gamificación del contenido (el hecho de convertirlo en juego), «la asignatura ha ganado en el desarrollo de valores fundamentales», explica. «He tratado de que se conviertan en futuros profesionales con criterio, creativos y comprometidos; esto les ha hecho mejorar como futuros profesores y como personas, porque han visto la necesidad de anteponer el bien común a la propia ambición», añade.