Se puede ser obeso y tener un metabolismo sano? Desde el comienzo, la pregunta resulta contradictoria, porque la obesidad es una enfermedad. Sin embargo, dos investigaciones afirman que el funcionamiento metabólico de quien tiene unos cuantos kilos de más puede estar en perfectas condiciones. Uno de los estudios se realizó en Estados Unidos y especifica esta nueva forma de llamar a algunos pacientes como «obesos metabólicamente sanos». Por otra parte, una investigación sueca explica que esta población tiene el mismo riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares o cáncer que cualquier otra con un peso normal.
Existen varias enfermedades de las llamadas metabólicas, como la hipertensión, el colesterol alto, la resistencia a la insulina o la diabetes, y todas ellas están implicadas en la mayoría de las patologías cardíacas. En el análisis llevado a cabo en la Universidad de Carolina del Sur, en la ciudad norteamericana de Columbia, se detectó que entre un 30 y un 40% de las personas obesas que participaron de la muestra eran metabólicamente «sanas», es decir, que presentaban sólo una de estas patologías, o ninguna.
Este estudio, publicado recientemente en la revista European Heart Journal, señaló también que entre las personas obesas había un factor en común: el entrenamiento físico. «En base a los datos recogidos creemos que hacer más ejercicio influye positivamente en los principales sistemas y órganos del cuerpo», explicó Francisco Ortega, a cargo del estudio y docente en el departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada.
Los investigadores observaron que los pacientes que hacían ejercicio y comían mejor tenían un metabolismo sano, a pesar del sobrepeso, lo que les garantizaba un menor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la obesidad, en comparación con otras personas saludables pero menos activas. Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron los datos proporcionados por 43.265 personas con sobrepeso y obesidad durante el Estudio Longitudinal del Centro Aeróbico, llevado a cabo entre 1979 y 2003.
Los participantes llenaron cuestionarios sobre su estilo de vida, la actividad física que realizaban y además se les practicaron diversos estudios médicos. El 29,7% de los participantes del estudio fue calificado con obesidad, y de ellos casi la mitad fue considerada «metabólicamente saludable».
Otro de los resultados demuestra que los obesos que realizan actividad física regular, y por tanto son metabólicamente «sanos», reducen de 30% a 50% su riesgo de morir por enfermedad cardiovascular o por cáncer. Aunque no implique una reducción de peso, «creemos que el ejercicio tiene una amplia y positiva influencia sobre los principales sistemas y órganos del cuerpo, y contribuye a un estado metabólico saludable, incluso en personas obesas».
El fenómeno de los obesos «sanos» no es ajeno en la Argentina pero los especialistas destacan que son minorías. «No es el primer estudio que trata sobre esto. En el consultorio vemos personas obesas, pero que sus laboratorios dan bien, comúnmente son jóvenes de 30 a 38 años», explicó a Tiempo Argentino Mónica Katz, directora de la carrera de Médico Especialista en Nutrición de la Universidad Favaloro y coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). Para la especialista, si el metabolismo sano no se complementa con una dieta saludable y actividad física, «tarde o temprano deja de serlo».
Por su parte, Silvio Schraier, director de la Carrera de Médicos Especialistas en Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA y presidente de la Fundación Argentina de Nutrición (FAN), se quejó: «Nadie dice que en la población total, estos casos son minoría, sólo un 10% de obesos son metabólicamente ‘sanos’, pero lo más grave es que el 90% son metabólicamente enfermos», dijo en diálogo con este diario. Y añadió que «la ausencia de enfermedades metabólicas puede deberse al ejercicio físico pero también a condiciones genéticas»
Cecilia Melio, nutricionista de la Asociación Argentina de Nutricionistas y Dietistas (AANYD) explicó que «el metabolismo es el conjunto de reacciones del organismo para llevar a cabo todas sus funciones, y en las personas obesas puede no presentar complicaciones, pero en el corto plazo comienza a desmejorar. La obesidad no acarrea nada bueno.»
LA PARADOJA DE LA OBESIDAD. El segundo estudio sobre la obesidad se realizó en la Academia Sahlgrenska de la universidad sueca de Gotemburgo, un grupo de científicos que estudió la relación entre las patologías cardíacas críticas y la reducción de peso, está cambiando criterios sobre lo aconsejado a la fecha. Se estudiaron 64.436 casos que habían desarrollado un síndrome coronario agudo y que se habían sometido a una angiografía coronaria entre los años 2005 y 2008. Según Oskar Angeras, el autor de la investigación, los pacientes con riesgo más bajo eran los que tenían sobrepeso.
Para los especialistas existe una «paradoja de la obesidad», por la que si una persona desarrolló una enfermedad cardíaca, tiene un menor riesgo de morir si presenta sobrepeso. «En el síndrome coronario agudo, la paradoja de la obesidad sugiere que podrían existir mecanismos de protección en el tejido adiposo de los pacientes obesos que reducen el riesgo de mortalidad. Esto es, por supuesto, especulativo, por lo que se necesitan más investigaciones», destacó Oskar Angeras, el autor de la investigación sueca.
Desde la FAN informaron que en aquel estudio no existen bases sólidas y que un sobrepeso igual o mayor a cinco kilos produce un aumento del riesgo cardiometabólico, es decir, de sufrir enfermedades cardiovasculares y metabólicas de serias consecuencias, tales como diabetes, hipertensión arterial y colesterol elevado, entre otras.
OBESIDAD HAY UNA SOLA. «Lo que marca la diferencia entre una obesidad complicada y una no complicada no es el peso corporal ni el índice de masa corporal, sino la distribución del tejido graso. La complicación metabólica es mayor en quienes tienen más tejido adiposo visceral localizado dentro del abdomen», explicó el especialista Silvio Schraier. «Antes de hablar de metabolismos sanos en obesos, o especular con que la grasa puede ser buena, deberíamos preocuparnos por encarar estrategias eficaces para bajar de peso y evitar que la situación empeore en la Argentina», explicó Schraier. «Porque hoy es claro que, a mayor sobrepeso, mayor es el riesgo de mortalidad.»
Descargar
La presente política de cookies tiene por finalidad informarle de manera clara y precisa sobre las cookies que se utilizan en la página web de la Universidad de Granada.
¿Qué son las cookies?
Una cookie es un pequeño fragmento de texto que los sitios web que visita envían al navegador y que permite que el sitio web recuerde información sobre su visita, como su idioma preferido y otras opciones, con el fin de facilitar su próxima visita y hacer que el sitio le resulte más útil. Las cookies desempeñan un papel muy importante y contribuyen a tener una mejor experiencia de navegación para el usuario.
Tipos de cookies
Según quién sea la entidad que gestione el dominio desde dónde se envían las cookies y se traten los datos que se obtengan, se pueden distinguir dos tipos: cookies propias y cookies de terceros.
Existe también una segunda clasificación según el plazo de tiempo que permanecen almacenadas en el navegador del cliente, pudiendo tratarse de cookies de sesión o cookies persistentes.
Por último, existe otra clasificación con cinco tipos de cookies según la finalidad para la que se traten los datos obtenidos: cookies técnicas, cookies de personalización, cookies de análisis, cookies publicitarias y cookies de publicidad comportamental.
Para más información a este respecto puede consultar la Guía sobre el uso de las cookies de la Agencia Española de Protección de Datos.
Cookies utilizadas en la web
A continuación se identifican las cookies que están siendo utilizadas en este portal así como su tipología y función.
La página web de la Universidad de Granada utiliza Google Analytics, un servicio de analítica web desarrollada por Google, que permite la medición y análisis de la navegación en las páginas web. En su navegador podrá observar cookies de este servicio. Según la tipología anterior se trata de cookies propias, de sesión y de análisis.
A través de la analítica web se obtiene información relativa al número de usuarios que acceden a la web, el número de páginas vistas, la frecuencia y repetición de las visitas, su duración, el navegador utilizado, el operador que presta el servicio, el idioma, el terminal que utiliza y la ciudad a la que está asignada su dirección IP. Información que posibilita un mejor y más apropiado servicio por parte de este portal.
Para garantizar el anonimato, Google convertirá su información en anónima truncando la dirección IP antes de almacenarla, de forma que Google Analytics no se usa para localizar o recabar información personal identificable de los visitantes del sitio. Google solo podrá enviar la información recabada por Google Analytics a terceros cuanto esté legalmente obligado a ello. Con arreglo a las condiciones de prestación del servicio de Google Analytics, Google no asociará su dirección IP a ningún otro dato conservado por Google.
Por último, se descarga una cookie denominada cookie_agreed, propia, de tipo técnico y de sesión. Gestiona el consentimiento del usuario para el uso de las cookies en la página web. El objetivo es recordar aquellos usuarios que las han aceptado y aquellos que no, de modo que a los primeros no se les muestre información en la parte inferior de la página al respecto.
Cómo modificar la configuración de las cookies
Usted puede restringir, bloquear o borrar las cookies de la Universidad de Granada o cualquier otra página web, utilizando su navegador. En cada navegador la operativa es diferente, la función de 'Ayuda" le mostrará cómo hacerlo.