El objetivo es hacer a la persona responsable de su propia vitalidad y calidad de vida, ayudando a equilibrar sus condiciones físicas mentales y emocionales
Un grupo de personas mayores disfrutan de un paseo saludable entre la naturaleza. :: ALV
El factor principal contra el que tiene que luchar nuestro organismo es la toxicidad acumulada
El primer paso para conseguir el bienestar es depurar el organismo de todos los productos contaminantes
El buen envejecimiento es uno de los objetivos de la sociedad actual que avanza hacia una longevidad cada vez más prolongada pero que no ha logrado hacerlo con la calidad de vida suficiente. Es cierto que vivimos más años pero es muy frecuente que ese último tramo se recorra con una alta dependencia y una menor calidad de vida de la que cabría esperar. Mantener la autonomía durante el mayor tiempo posible es responsabilidad, en gran medida, del propio individuo.
Es sabido que lo que no se usa termina por perderse, así es que mantener la funcionalidad física y psíquica es necesario para salvaguardar la independencia. Una adecuada alimentación y ejercicio físico son las claves pero, además, hoy contamos con la ayuda de lo que se denominan terapias complementarias que ayudan a mejorar el bienestar físico y mental de las personas mayores.
El término terapia alternativa, o complementaria, es muy amplio y, como tal, engloba casi todo lo que no abarca la medicina tradicional. Lo primero que hay que tener en cuenta es que no son sustitutivas de ningún tratamiento médico, por lo que mejor es tomarlas como un complemento que ayuda a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas, en todo momento y, especialmente, cuando envejecen.
Medicamentos
Además, es conveniente asesorarse antes de iniciar un tratamiento y las expectativas tampoco deben sobrepasar la realidad, «las curas milagro no existen», recuerdan continuamente los expertos. Las terapias complementarias, hace unos años rechazadas de plano por los médicos, se están convirtiendo poco a poco en algo habitual y recomendadas muchas veces por los propios facultativos. Por ejemplo, son ya muchos los que aconsejan a sus pacientes medicamentos homeopáticos -de hecho forman parte de los tratamientos habituales en muchos hospitales europeos- y están sobradamente probados los beneficios que tienen en los mayores las curas en balnearios, tanto es así que en las últimas décadas se ha promovido un turismo termal, auspiciado por el IMSERSO. En la actualidad, la terapia termal está reconocida como beneficiosa en numerosas especialidades clínicas y son médicos titulados quienes atienden a los pacientes en los balnearios.
Otros tratamientos son menos conocidos pero no por ello carecen de eficacia, Cristina Serrano, técnico en Quantun Scio -un equipo de retroalimentacion cuántica que permite recoger información bioenergética del cuerpo y ofrecer infinidad de datos sobre el estado de salud mental fisica y emocional de la persona- explica que el factor principal contra el que tiene que luchar nuestro organismo es la toxicidad acumulada, tanto por los productos alimenticios que consumimos, como por el medio físico en que nos desenvolvemos, cada vez más contaminado por la polución y la gran cantidad de ondas electromagnéticas que envuelven nuestro ambiente. Es por este motivo por el que, el primer paso para conseguir el bienestar es depurar el organismo de todos los productos tóxicos acumulados. Optar por una alimentación lo más natural posible y beber agua en las cantidades recomendadas son las normas básicas.
Además, se puede ayudar ingiriendo antioxidantes, la naturaleza nos brinda algunos alimentos muy ricos en estos elementos como la granada, los frutos rojos, el zumo de uva o una copa de vino, o bien ingiriéndolos en forma de complementos vitamínicos -en los últimos años se ha hecho muy famoso el resveratrol, por ejemplo, procedente de uno de los componentes de la uva en dosis de alta concentración- y sometiéndose a alguno de los tratamientos depurativos y desintoxicantes que existen. Cristina Serrano recomienda completar una dieta sana y algo de ejercicio con algunas sesiones de un tratamiento de purificación corporal a través de los pies, con el que se consigue limpiar los residuos acumulados, como grasas, metales pesados y toxinas que el organismo no es capaz de eliminar por sí mismo y que relentizan el funcionamiento de algunos de nuestros sistemas, como el circulatorio. A través de este tratamiento, la carga de iones negativos genera un campo magnético que atrae a las toxinas, radicales libres y otras impurezas, alojadas en el sistema linfático, que se eliminan a través de los 2.000 poros que tienen los pies. Otra de las posibles terapias consiste en una cápsula de cerámica fotovoltaica en la que se introduce al paciente, a una temperatura que oscila entre 38 y 46 grados, y que aporta los efectos positivos de los rayos beneficiosos del sol.
La Universidad de Granada ha llevado a cabo algunas investigaciones con esta tecnología japonesa, especialmente con deportistas, y ha publicado diversos estudios que avalan un mejor rendimiento y un menor número de lesiones.
