Pasen y vean: el circo de Federico García Lorca
La Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía escenificó ayer la firma de un convenio suscrito entre este organismo juntamente con la Diputación de Granada, el Ayuntamiento de Alfacar, la Universidad de Granada y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
En uno de sus poemas, Federico García Lorca decía que el otoño vendría con «caracolas, uva de niebla y montes agrupados». Pero el otoño de Alfacar, un pequeño pueblo al norte de Granada, la semana que viene traerá la apertura de seis fosas. En una de ellas se cree que están los restos del poeta granadino, así como los de las tres personas que murieron asesinadas con Lorca la madrugada del 17 al 18 de agosto de 1936.
La Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía escenificó ayer la firma de un convenio suscrito entre este organismo juntamente con la Diputación de Granada, el Ayuntamiento de Alfacar, la Universidad de Granada y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Confidencialidad
Gracias a esta rúbrica, la Consejería otorgará una subvención de 60.000 euros a la Asociación para la Memoria Histórica, entidad que se encargará de las labores de excavación y exhumación de los restos sepultados en estas fosas, situadas en el denominado Parque Federico García Lorca en Alfacar, a escasos metros de la denominada Fuente Grande. Será la Universidad de Granada la que se encargue de aportar los servicios técnicos, con la creación de un equipo que previamente firmará un contrato de confidencialidad. De esta manera, los encargados de los trabajos arqueológicos no podrán entrar a la zona de exhumación con cámaras fotográficas, y menos aún con grabadoras o teléfonos móviles. Será la Consejería de Justicia la que, según dijo ayer la consejera, Begoña Álvarez, se encargue de suministrar a la Prensa los materiales que crea conveniente. Pese a que se registrará todo el proceso de apertura de la fosa, la Consejería solamente hará públicas las imágenes que no afecten la intimidad de los familiares de las víctimas.
El otro aspecto importante de la firma es el reconocimiento del parque de Alfacar como zona de enterramientos, uno de los puntos que en su día reclamó la familia García Lorca en sus alegaciones y que logrará evitar que los restos del poeta acaben en la fosa común del cementerio de Alfacar si es que los herederos del autor de «Yerma» no reclaman sus restos, como parece ser muy probable. En este sentido, Laura García Lorca, sobrina del poeta, aseguró ayer a este diario que en la familia «estamos muy satisfechos con la declaración de la zona como lugar de enterramientos, lo que convierte este espacio en sagrado, como fue siempre nuestro deseo», aunque no quiso aclarar si los herederos de Federico facilitarán ADN para la identificación de los restos porque «queremos esperar a ver cómo se desarrolla todo».
En todo caso, la apertura de la fosa se justifica hoy porque, según la Junta de Andalucía, a los que sí se intentará identificar es a las víctimas reclamadas por familiares o asociaciones: los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas (quien murió sin descendencia y no hay ADN), el inspector de tributos Fermín Roldán y el mecánico de autobuses Miguel Cobo. Pese a la promesa de transparencia informativa, la Consejería de Justicia sigue negándose a aportar datos sobre estos dos últimos, nombres de los que se tiene una total certeza de que fueran enterrados en la zona.
Zonas de «posible interés»
Ni siquiera se quiso confirmar la asistencia de los familiares de Roldán y Cobo al acto de firma. Sí estuvo presente Francisco Galadí, nieto de uno de los toreros asesinados, quien emocionado explicó a este diario que «esto es el final del tema», a la vez que pidió «intimidad y respeto. Todo esto me viene grande y lo único que queremos es recuperar los restos de mi abuelo».
El espacio en el que se trabajará ha sido analizado con detalle en las últimas semanas por el Instituto Andaluz de Geofísica, que ha detectado seis zonas de «posible interés» para la actuación, basándose en los movimientos y el cambio de densidad de los terrenos, donde se encontrarían seis fosas a profundidades de entre 0,60 y 1,80 centímetros. Pese a que en la rueda de prensa la consejera de Justicia mostró las imágenes captadas por el georradar, así como un mapa detallado de la zona en la que se hará la exhumación, basado en el trabajo del Instituto Andaluz de Geofísica, no quiso facilitar posteriormente esas imágenes a los medios. Y todo, a pesar de la asistencia masiva de invitados, alrededor de doscientos, que acudieron a una convocatoria a la que asistieron varios miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, así como Prensa extranjera llegada desde Estados Unidos, como un corresponsal de «The Washington Post».
Pese a que la exhumación parece inminente, este diario visitó ayer la zona, el Parque Federico García Lorca de Alfacar, constatando, eso sí, que una verja prohíbe el acceso al espacio en el que trabajarán los especialistas. Uno de los guardias de seguridad que vigila el lugar las 24 horas del día aseguró que no esperaba la presencia de nadie, a excepción de los varios periodistas que estos días se han desplazado hasta aquí. «Creo que todo empezará el lunes», aseguraba mientras volvía a encerrarse en su coche para guardar el olivo en el que se dice que yace el poeta granadino más importante de todos los tiempos.
El lunes llegará una carpa de 10 por 20 metros, construida con perfiles metálicos, con una puerta de entrada con llave y techada para evitar las inclemencias meteorológicas y a los fotógrafos que rodearán el perímetro del parque de Alfacar. Una vez instalada será el momento de la ciencia, aunque la familia de Lorca se sigue reservando, como dijo en un comunicado la semana pasada, el derecho de identificación del autor de «La casa de Bernarda Alba». Con todo esto caerá uno de los mitos y enigmas de la guerra civil, el que nació cuando un grupo de la Escuadra Negra, unos asesinos al servicio del Gobierno Civil de Granada, decidió matar sin ningún motivo aparente y sin juicio previo a Federico García Lorca.
La ciencia tiene la palabra
El georradar ha determinado, según se supo ayer, que las seis fosas en las que se realizarán las exhumaciones se encuentran en un perímetro de 200 metros cuadrados. La ciencia ha determinado que la profundidad de los cuerpos estaría entrelos 0,60 y 1,80 centímetros. La identificación de los cuerpos no será tarea fácil porque se sospecha que en los enterramientos se echó durante los entierros cal viva, a ello sesuma que las fosas fueron antes de que se produjeran los hechos pozos para agua, de ahí que la humedad pudiera haber destrozado parte de los restos. Por ahora solamente se contará con el ADN de tres de las víctimas reclamadas, ninguna de ellas Federico García Lorca, en unas fosas en las que podrían reposar casi una docena de cuerpos, aunque nunca ha sido posible determinar el número exacto de los asesinatos realizados en esta zona.
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