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Colón, Goya y Velázquez: descansen en paz… ¿pero dónde?

– Colón, Goya y Velázquez: descansen en paz… ¿pero dónde?

El caso de Quevedo es sólo uno de una lista que nos deja en mal lugar a los españoles. Nadie conoce bien qué fue de Tirso de Molina, por citar a otro escritor. Más llamativos son casos como el de Cristóbal Colón: si España y Nápoles se disputan su nacionalidad, otro tanto hacen con su tumba Sevilla y la caribeña Santo Domingo. Colón (en la imagen) falleció en 1506 en Valladolid y fue enterrado en Sevilla, pero, según algunas fuentes, 35 años después sus restos fueron enviados a la República Dominicana. En 2006, un equipo de la Universidad de Granada certificó que los restos de la La Cartuja son los auténticos. Otro misterio: la cabeza de Francisco de Goya. El pintor murió en 1828 en Burdeos. Fue enterrado en el cementerio de la Grande Chartreuse. Sus restos fueron exhumados en 1888 y trasladados después a la ermita de San Antonio de la Florida de Madrid… pero sin cabeza. Algunas teorías apuntan a los frenólogos, defensores de una teoría del XIX sobre las funciones del cerebro. Otra calavera que no aparece es la de Petrarca: la que se tenía como suya es de una mujer. Del cuerpo de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, puede haber «reliquias»-sin confirmar- por media Europa tras varios siglos de un lado a otro -échenle la culpa a Napoleón-. Otros que han movido el esqueleto sin parar han sido Calderón, Lope de Vega, Jorge Juan o el más madrileño de los músicos italianos, Luiggi Bocherini. Y no digamos Velázquez: se levantó un barrio entero de Madrid para al final no dar con sus huesos.
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