Inicio / Historico

Fantasías sexuales en la pareja

Según estudios, casi el 100% de mujeres y hombres ha experimentado fantasías sexuales durante su vida. Ese «picantío» es «normal» y «necesario» dentro de una vida sexual sana.

Ir a la cama y no precisamente con la pareja, mantener un encuentro amoroso salvaje o que dure varios días, hacer el amor en un lugar prohibido o con alto riesgo de que alguien lo descubra; esto solo para poner ejemplos concretos.

En el libro «Las 1,001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia» la escritora española Roser Amills desvela, por ejemplo, que a la actriz Eva Longoria le estimula el fantasear con ser atada con pañuelos de seda; y que Madonna, Tarantino y Naomi Campbell sueñan con que les besen los pies.

Estos son algunos ejemplos de las fantasías sexuales más frecuentes, esas locas o divertidas imaginaciones que muchas personas albergan (no solo famosos) en un rincón secreto de la mente, pero que a veces por «pena» o porque los demás pueden creer que son enfermos sexuales no las dicen o realizan.

Pero ni se espante ni se santigüe, porque al parecer, tiene su ventaja sentirlas. Según sexólogos y diversos estudios, estas fantasías son normales, incluso se atreven a decir que son «necesarias» dentro de una vida sexual sana y activa, ya que funcionan como estimulantes del erotismo.

No se trata de exclusividades, porque les suceden a ambos sexos; tanto hombres como mujeres fantasean con aspectos íntimos o románticos que involucran a la pareja o a la persona amada, según un nuevo estudio de la Universidad de Granada (UGR) de España. Pero el estudio deja claro que los hombres tienen más fantasías, tanto negativas como positivas, que las mujeres.

Los resultados de esa investigación indican que casi el 100% de mujeres y hombres ha experimentado alguna fantasía sexual de modo placentero y agradable durante su vida, y alrededor del 80% de los participantes en el estudio tuvo al menos una fantasía sexual negativa o desagradable en algún momento.

De acuerdo con la UGR, también hay que dejar claro que las fantasías entre ambos sexos varían en cuanto a frecuencia, ya que «las mujeres experimentan de modo agradable, con mayor frecuencia que los hombres, fantasías de tipo íntimo y romántico algunas veces al mes».

Por su parte –y aquí viene el secreto a voces–, los hombres piensan más a menudo que ellas (desde «alguna vez en la vida» a «alguna vez en el año») en actividades exploratorias relacionadas con la búsqueda de nuevas sensaciones.

Condimento en el amor

Para los psicólogos Nieves Moyano Muñoz y Juan Carlos Sierra Freire, encargados del estudio, «tener fantasías sexuales favorece aspectos como el deseo o la excitación sexual, por lo que son un indicador de salud sexual».

En el marco de la terapia psicológica, es necesario tener en cuenta, además de la presencia o la ausencia de las fantasías, la actitud que presenta el paciente hacia estas, señalan Moyano y Sierra, quienes por ahora estudian si vivir las fantasías sexuales de un modo negativo o desagradable es disfuncional para el pleno desarrollo de determinadas conductas sexuales.

La terapeuta corporal y experta en biosexualidad Dolores Mangas señala que no se trata de ponerlas en práctica, ya que la realidad es compleja. Hay que tomarlas como algo que ayuda a «enriquecer mucho la vida sexual de la pareja». «La fantasía no debe reprimirse ni convertirse en una enemiga, sino en un complemento de nuestra vida sexual», culminó Mangas.

Descargar