Investigadores de la Universidad de Granada señalan un excesivo centralismo del municipio de Galende en el desarrollo de la actividad del Parque
La investigadora de la cátedra de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Granada, Sara Hidalgo Morán, establece que el turismo de naturaleza seguirá creciendo en el Lago de Sanabria, previsiblemente, en los próximos años, ya que «nos encontramos en una sociedad preocupada -al menos en apariencia- por temas ambientales, espacios naturalísticos…» La descentralización y el núcleo de Porto tienen grandes posibilidades de crecimiento de cara al turismo medioambiental. No obstante, el turismo de sol y playa de las orillas del Lago puede seguir siendo un serio problema en el verano, salvo que «el cambio climático nos traiga veranos que no inciten al baño -temporales en fines de semana, por ejemplo-».
Para la investigadora granadina son urgentes medidas que hagan posible la preservación de este entorno natural. El turismo de playa sobrepasa reiteradamente la capacidad de carga en el Lago de Sanabria, que tienen como principal defecto el protagonismo de un único municipio, Galende.
La investigadora de la Universidad de Granada ha elaborado diferentes estudios, publicaciones y ponencias sobre las expectativas y oportunidades del Parque Natural Lago de Sanabria y alrededores. Es experta en la materia sobre el uso público en Parques Naturales y el análisis comparado entre las comunidades autónomas de Andalucía y de Castilla-León, eje de su tesis Doctoral
Pese a estos problemas la investigadora señala que existen medidas disuasorias y factores de atracción turística que pueden contribuir a la conservación del espacio natural sanabrés.
Las medidas disuasorias vendrían dirigidas a los visitantes estivales con una mínima preocupación ambiental. Existen mecanismos de control o limitaciones a ciertas prácticas poco «sostenibles», que cuando Plan de Ordenación de los Recursos Naturales entre en vigor hará posibles. Un contratiempo es que se han tardado 30 años en redactar el PORN, desde 1978, cuando se declaró Parque Natural, hasta 2008, cuando se ha iniciado su redacción, han pasado treinta años, y el proceso hasta su aprobación puede ser largo, como el caso de la Sierra de la Culebra, que lleva desde 1992, o corto como el Parque Regional Picos de Europa, declarado en 1994.
La creación del Parque Natural no frenó la presión turística sobre el Lago, donde la estacionalidad ha sido la nota más destacada de cualquier estudio sobre su afluencia, así como la focalización en el propio Lago.
Para paliar estos efectos adversos se ha incidido en una dotación de más equipamientos y servicios, y un intento de regulación de accesos, a través de un servicio de aparcacoches para evitar colapsos y embotellamientos.
Influido «por la excesiva concentración de los visitantes en torno al Lago, o bien porque el fenómeno ha superado a sus gestores, aquí es donde se han desarrollado hasta hace poco casi todas las actuaciones del Parque Natural». Esas actuaciones de la Comunidad Autónoma se han centrado en áreas recreativas, miradores, senderos señalizados, caminos rurales, centro de visitantes, punto de información, camping, etc. La experta señala un protagonismo, casi excesivo, del municipio de Galende, «cuando más de la mitad del terreno lo aporta Porto pero con unos accesos que dejan mucho que desear y unos servicios hasta ahora deficientes».
El visitante medio responde a un modelo uniforme: grupo de familiares o de amigos que acuden a pasar el día en el entorno del Lago de Sanabria, fines de semana o festivos del verano. Su precedencia se podría conceptuar de «regional» tanto de la provincia de Zamora como del distrito de Braganza. Aunque también hay una alta afluencia de la Comunidad de Madrid.
Si el Lago centra la atención turística, las visitas al resto del Parque Natural «son esporádicas», aunque es cierto que se han intentado potenciar desde siempre. En esta aspecto aparecen los colectivos (asociaciones de montaña, por ejemplo) que han contribuido a dar a conocer otros entornos distintos al propio Lago y que bien merecen su visita, como el Cañón del Tera.
En los albores del siglo XXI, los visitantes del Parque Natural Lago de Sanabria y alrededores afrontan un cambio de mentalidad hacia el turismo de naturaleza.
Desde finales del siglo XX y sobre todo en esta década, se aprecia un cierto cambio de política, auspiciada desde muchos sectores sociales. Ese política busca diversificar la oferta, descentralizándose y compartiendo protagonismo con el resto de municipios que ceden sus terrenos al Parque.