ESTEPONA | Antonio Murcia dimite tras casi 26 años de concejal
Un político de ideales. 26 años de trabajo ininterrumpido
Dimisión. Murcia abandona la política local después de 26 años en el Ayuntamiento. S. Manchado
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Fue el primer alcalde de Estepona en la nueva etapa democrática tras la dictadura de Franco. Ha sido concejal en todas las corporaciones y ahora deja paso a los jóvenes que vienen detrás, pero no abandona la política.
SANTIAGO MANCHADO. ESTEPONA
El próximo 19 de abril se cumplirán 26 años de la celebración de las primeras elecciones democráticas en Estepona, en las que el pueblo eligió a Antonio Murcia (Motril, 1949), del Partido de los Trabajadores de España (PTE), como alcalde. Una decisión contra todo pronóstico, según Murcia. Entonces tenía 29 años. Ahora, con 55, deja la política municipal. Hace dos semanas presentó su dimisión por registro de entrada en el Ayuntamiento, y se hizo efectiva en el pleno de la pasada semana. Fue la primera vez en la historia de la política local en que IU no tuvo representación alguna.
Clandestinidad. Antonio Murcia siempre ha estado en la izquierda, cuyos ideales ha defendido con vehemencia y convicción. Pero los comienzos no fueron fáciles. Forme parte del 0,01 por ciento de las personas que luchamos por cambiar la situación de una época, recuerda. Estuvo en la izquierda clandestina y en la Universidad de Granada fue delegado de la Facultad de Ciencias, donde participó de forma activa en la creación del Sindicato Democrático de Estudiantes.
Llegó a Estepona en 1974 para sustituir a un profesor, pero decidió quedarse e iniciar una nueva carrera, en la política y en lo personal. Contribuyó al nacimiento de CCOO en la localidad, y hasta fue encarcelado por la Guardia Civil en 1976 por hacer encuestas en la calle para demostrar que los ciudadanos votaban influenciados por el miedo en el referéndum sobre la Ley de Reforma Política.
Sólo tres años después fue elegido alcalde. En esta corporación también participó su mujer, Francisca Sánchez Pi, que fue la primera concejala de Estepona. Se casaron hace 30 años y tienen cuatro hijos.
Murcia siempre reivindica los éxitos logrados como político y aún no duda en asegurar que fue la corporación más fructífera de la historia. Con sólo 300 millones de pesetas de presupuesto, en esos cuatro años se crearon la mitad de las plazas escolares que existen hoy en el municipio, además de realizar las infraestructuras y equipamientos más básicos.
Huelga de hambre. Integrado ya en el Partido Comunista, perdió los comicios de 1983 por la alianza entre PSOE y la derecha, con sólo un concejal de diferencia. Entonces decidió ponerse en huelga de hambre durante 11 días, hasta que tuvo que ser ingresado en el Carlos Haya.
Antonio Murcia ha estado presente en todas las corporaciones, ya sea en el gobierno o en la oposición. Fue el responsable de Infraestructuras, Obras Públicas y Vivienda en el actual gobierno hasta el pasado septiembre, cuando el alcalde le retiró las competencias en Vivienda e IU decidió romper el pacto con el PSOE.
Ello precipitó su decisión de abandonar la política activa, pero seguirá como coordinador local de IU y coordinador de Emprovima. Su vocación la compaginará con su trabajo como agente de la propiedad inmobiliaria.
Este servidor incansable del pueblo permite el paso de otros más jóvenes, pero deja en el recuerdo de todos sus compañeros políticos sus aires de galán, su gran sentido del humor y su temidas intervenciones públicas. Porque a Antonio Murcia no hay quien le haga callar, sobre todo si es para defender sus propias ideas.