ARTE | Un galardón dotado con 12.000 euros
La Casa Natal premia un estudio sobre la cerámica de Picasso
El premiado, Salvador Haro González, recogió ayer el galardón en la Casa Natal. Gregorio Torres
SERVICIOS
Imprimir esta página
Contactar
Anterior Volver Siguiente
Multimedia
Imágenes
El ganador, Salvador Haro, revaloriza esta minusvalorada parcela de la obra picassiana. Por Alejandra Guillén. Málaga
La investigación de Salvador Haro `revaloriza´ la cerámica picassiana, considerada hasta el momento una técnica menor. Según el fallo del jurado, la obra aporta nuevos datos del malagueño.
Los estudios se limitaban a introducciones a catálogos o artículos aislados sin haber merecido un acercamiento integral y riguroso a esta técnica picassiana. Pero el trabajo del doctor en Bellas Artes Salvador Haro González avanza dentro de la bibliografía del maestro malagueño, a través del análisis de los valores formales y plásticos de la creación pictórica en la cerámica de Picasso, a la cual el genio tuvo acceso desde sus primeros años de infancia, según constata la investigación.
El estudio de Salvador Haro González ha ganado por unanimidad el Primer Premio de Investigación Pablo Picasso, que convoca la Fundación Museo-Casa Natal y está dotado con 12.000 euros y su publicación. El ganador aseguró ayer, momentos después de conocer el fallo, que este trabajo, con el que se doctoró por la Universidad de Granada, eleva de rango una técnica que es considerada menor y que Picasso no abandonó hasta que murió, puesto que el pintor se dedicó a ella plenamente en 1947, un año que se puede considerar vacío en cuanto a producción de obra gráfica o lienzos.
Novedad. Original y ambicioso fueron las calificaciones que reseñó el jurado en el fallo por el tratamiento integral que recibe la cerámica picassiana, cuya metodología interrelaciona esta práctica con el conjunto pictórico y aporta nuevos datos sobre la obra del malagueño.
En más de 300 páginas e ilustraciones que recogen imágenes de cuarenta piezas, el investigador ha dedicado más de diez años de trabajo para contemplar esta cerámica desde todos los puntos de vista posibles, ya sea desde un contexto histórico y geográfico debido a la tradición alfarera de Vallauris, como estrictamente pictórica. Y tanto, que el ganador ha descubierto la relación intrínseca entre los trabajos del malagueño y la historia de la propia cerámica. La directora de la Fundación, Mariluz Reguero, mostró su deseo de que esta obra abra una brecha para la realización del catálogo general de la cerámica de Picasso.
Una técnica que marcó al maestro
Los críticos aseguran que Picasso se acercó por casualidad a la cerámica en Francia, allá por el año 1947. Este dato es cuestionado en la investigación de Salvador Haro, que ha comprobado que el pintor malagueño tuvo sus primeras aproximaciones en su niñez, a través de los tejares en el barrio de El Ejido, un material muy popular y de uso corriente en la época, además de la herencia de la cerámica andalusí propia de esta zona del Mediterráneo.
Además de que no es así porque existen dos piezas en el Museo Picasso de París anteriores a esta fecha, de 1929, también tuvo contacto con una colección de cerámica antigua catalana, que conoció a través de un artista de la cafetería Els Quatre Gats durante sus años en Barcelona. La vinculación del autor del `Guernica´ con esta línea plástica se intensifica finalmente en su estancia en París a través del taller de Paco Durrio, quien le descubrió la cerámica de Gauguin, describe Haro González. Su interés fue tan grande que desarrolló su capacidad creativa hasta los últimos días de su muerte.