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Médicos forenses: buscando en los huesos la identidad

MIJAS | En el marco de las jornadas de patología forense

Médicos forenses: buscando en los huesos la identidad

Conocimientos. Los participantes, durante las prácticas. Librada Moreno

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En estas prácticas han participado 30 forenses procedentes de Andalucía, Madrid, Tenerife y Chile. Se han realizado con restos óseos de cuerpos humanos.

LIBRADA MORENO. MIJAS

Un cráneo, un hueso largo y una pelvis. No saben a quién les pertenece, en muchos casos se enfrentan a unos restos similares y, en ocasiones, no averiguan la identidad del individuo, lo que sí es probable es que con toda certeza conozcan es la edad, el sexo y altura.
En la mesa de prácticas, una serie huesos largos; en otro lugar estaban los cráneos y, por otro lado, alineadas rigurosamente, se encontraban las pelvis y, como colofón, 30 forenses examinando este material poco atractivo, pero que, sin lugar a dudas, despertaba el interés de los allí presentes. Como es el caso de uno de los alumnos, Pablo Pérez, jefe de Patología Forense de Córdoba, que participaba en las prácticas de identificación de restos óseos de las jornadas de Patología Forense que se desarrollan en Mijas. Este tipo de cursos nos permite actualizar los conocimientos, es verdaderamente un reciclaje.
En este mismo sentido se expresaba otro de los participantes: Es necesario, es realmente un recordatorio, porque no todos los días nos enfrentamos a restos óseos y de este modo refrescamos nuestros conocimientos.
Pero a pesar de estos conocimientos y del examen clínico, a veces no es suficiente y las nuevas tecnologías son unas aliadas para la investigación, aunque el reconocimiento de los restos cadavéricos ´in situ´ facilita enormemente la labor, sobre todo a la policía cuando se trata de una investigación criminal, comentaba unos de los organizadores de las jornadas y médico forense.
Su porcentaje de aciertos con respecto a la edad cuando se trata de un niño va de un 90 por ciento a un 95. Y es que, según la doctora Elisa Cabreriza, del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, con el cráneo se puede averiguar la edad y el sexo; con los huesos largos, la altura del individuo, y con la pelvis, el sexo, aunque si tenemos todo el esqueleto la investigación es más sencilla, claro está, matiza.
Y es que estos profesionales que normalmente viven en el anonimato se esfuerzan diariamente en desempeñar una labor con la mayor minuciosidad y constancia posibles. Realmente, cuando me enfrento a unos restos óseos, lo primero que me viene a la cabeza es mucho trabajo y, sobre todo, que hay que actuar con mucha precaución, pues en cualquier momento podemos eliminar pruebas o contaminarlas, se expresaba uno de los participantes.
Así, todos los participantes coincidían al mostrarse de acuerdo en que se trata de un trabajo en el que la colaboración con los antropólogos es fundamental.

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