– Una arquitectura más justa
Agua de Coco, Adobe y Geólogos del Mundo presentan sus proyectos en la UGR. Las tres organizaciones sin ánimo de lucro basan sus iniciativas en soluciones arquitectónicas.
Los alumnos de la Escuela de Arquitectura de la UGR ya saben que no hace falta lanzar la vista muy lejos para construir una realidad más justa. Basta con mirar al suelo. Agua de Coco, Adobe y Geólogos del Mundo, tres asociaciones sin ánimo de lucro, presentaron ayer en la universidad varios proyectos de cooperación que desarrollan a nivel local e internacional relacionados con el diseño y la ingeniería. Escuela para Madagascar.
Eva Rodríguez no puede ocultar su emoción después del viaje a Madagascar que ha emprendido junto a la ONG Fundación Agua de Coco, una asociación que cuenta con 14 años de tradición en Granada y se dedica casi en exclusiva a la ayuda a la infancia. Allí ha asistido a la inauguración de una escuela infantil en el poblado de Antsohamadiro, un proyecto, con tan sólo 40.000 euros, que ha logrado evitar que 140 niños trabajen en minas de carbón, fuente de abastecimiento de la localidad.
“Es llamativo que un país con tantos recursos de agua y vegetación sea tan pobre; falta voluntad para hacer las cosas mejor”, apunta. Un euro equivale en Madagascar a 2.500 ariarys, una verdadera riqueza en un país en el que un cepillo de dientes cuesta 300 ariarys. La colaboración económica, a través de socios colaboradores e instituciones, es fundamental, pero los proyectos que lleva adelante Agua de Coco no podrían realizarse sin la aportación de ingenieros y arquitectos tanto españoles como locales.
“Ellos han enseñado a los vecinos del municipio cómo optimizar recursos a través de pozos o qué materiales son más adecuados para construir”, destaca. La tasa de escolarización es especialmente baja en el país africano, en parte debido a la necesidad de mano de obra y la pobreza. Miles de niños tienen que trabajar en condiciones ínfimas y muchos otros son explotados sexualmente en el negocio del turismo.
En muchos casos, los padres se sienten incapaces de sustentar a la familia, por lo que la ONG ha decidido añadir un servicio de comedores infantiles en la escuela. La idea ha logrado una repercusión inmediata y, después de conseguir personal docente adecuado, el centro ha sido un éxito. Los protagonistas de los proyectos de Agua de Coco se acercarán a la ciudad este verano. Como parte de la labor de sensibilización, la ONG invitará a un grupo de niños estudiantes de la escuela de la ciudad del poblado de Salinas a España en una gira que se extenderá durante todo el verano.
Granada forma parte del calendario y los invitados llegarán a la provincia el próximo mes de junio. Adobe, con los pies en Granada. Prefieren llamarse Amigos de la Asociación Adobe. “Porque somos apenas 12 y porque ya no tenemos sede: primero nos dejaban reunirnos en la facultad en una sala que compartíamos con la tuna, pero ahora ya ni eso, tenemos que improvisar”. Así explica Eduardo Macías, miembro de este colectivo, la situación de Adobe, una asociación de arquitectos técnicos, profesionales y estudiantes interesados por la arquitectura cuyo objetivo es informar sobre cuestiones urbanísticas a los vecinos de la ciudad.
Adobe no necesita billetes de avión para desarrollar su labor: las necesidades están aquí, sobre el asfalto de Granada. “Sustituimos un servicio público de información para promover una conciencia real sobre las acciones de los poderes públicos en el suelo de la ciudad”, aclara el cooperante. El área del Zaidín fue el último campo de acción de Adobe, que convocó a la asociación de vecinos para explicar los planos y los proyectos del nuevo plan urbanístico de Granada.
Los voluntarios enseñan qué suponen los trazos del nuevo mapa de la ciudad, así como qué es una alegación y cómo se formula. “Intentamos que exista una coherencia entre la vida privada y la labor de los miembros de la organización”, añade. Para Macías los problemas urbanísticos pasan por “el crecimiento brutal de Granada, cuando todavía no se ha connotado el suelo que proponía el plan anterior. En poco tiempo se ha duplicado el tamaño de la ciudad sin que ello beneficie a los ciudadanos”.
En opinión de la asociación, el “mal llamado” anillo urbano supone la destrucción de parte del paisaje local. Asimismo, denuncian el abandono de la zona Norte de la ciudad. El Ayuntamiento propuso la creación de una barrera para que los residentes actuales no tuvieran contacto con las personas que habían adquirido una casa recientemente. “Se creaba un gueto, en una zona donde hay muchas necesidades. No hay una distribución urbanística equitativa de la ciudad”, añade el voluntario.
Geólogos del Mundo. La tierra guarda soluciones a problemas que parecen inevitables. Geólogos del Mundo, una asociación nacida en Madrid en 1999, promueve la aplicación de los conocimientos del suelo para prevenir riesgos de catástrofes naturales y gestionar los recursos para un reparto equitativo. Los trabajos de la ONG se desarrollan fundamentalmente en Latinoamérica (sobre todo, en El Salvador), y algunos países de África (Burkina y Mali).
“Elaboramos mapas de riesgo, calculamos la inestabilidad de las laderas para indicar dónde no es recomendable levantar un asentamiento urbano”, explica Jesús Garrido, representante de Geólogos del Mundo en Andalucía. Actualmente la fundación lleva adelante varios proyectos. En Latinoamérica, el colectivo promueve temas de organización territorial y de gestión ambiental, mientra que en África desarrolla políticas de abastecimiento de agua.
Para ello, los hidrogeólogos se desplazan a la zona que demanda ayuda y buscan las zonas donde hay posiblidades de construir pozos. La ayuda de los profesionales ha resultado clave. Jesús Garrido recuerda el caso de dos compañeros que recibieron una carta del obispo de una población de Mali que “les agradecía su labor, ya que, según contaba, las madres podían cuidar a sus hijos por las tardes y no dejarlos solos, ya que no tenían que dedicar medio día a recoger agua en otras poblaciones”.
La labor profesional de los geólogos, a menudo descuidada, resulta fundamental para las zonas en desarrollo. “Los geólogos sabemos dónde está el agua”, destacó Garrido. Desde la asociación, los profesionales animan a la colaboración pública a través del envío de artículos sobre los desastres naturales que puedan ocurrir en cualquier zona del mundo. El abastecimiento de agua se ha marcado como uno de los objetivos del milenio, dado que el número de habitantes en el mundo aumenta rápidamente, pero la tierra no tiene ahora más agua que 2.000 años atrás.
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