– UN GRUPO DE CIENTÍFICOS DEL CSIC Y DE LA UGR COLABORA CON LA NASA EN LA MISIÓN ESPACIAL DEL TRANSBORDADOR ENDEaVOUR, CUYO OBJETIVO ES el ESTUDIO DE LOS LLAMADOS ´JARDINES QUÍMICOS´.
Un equipo del Laboratorio de Estudios Cristalográficos del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (Consejo Superior de Investigación Científica-Universidad de Granada participa en la misión espacial del transbordador Endeavour de la NASA, que se lanzó ayer en Cabo Cañaveral (EEUU) a las 00.36 hora española y que tendrá como proyecto principal estudiar cómo crecen, en ausencia casi total de gravedad, los llamados ´jardines químicos´, estructuras de sales minerales con formas similares a las plantas.
El grupo granadino, integrado por el doctor en Física Julyan Cartwright, el también doctor en Química Ignacio Sainz Díaz y el estudiante de doctorado Bruno Escribano, analizará la formación de los llamados ´jardines químicos´ a través de las imágenes que le lleguen desde el transbordador y otras que se podrán ver cuando éste retorne.
Estos ´jardines químicos´ son curiosas estructuras en forma de planta compuestas por sales minerales simples como el níquel, el cobalto o el calcio. Pese a su apariencia de planta, se trata de un fenómeno plenamente físico y químico, no biológico.
Objetivos. El propósito es descubrir en qué forma y dirección crecerán estos jardines, recalcó Cartwright, que vaticinó que el resultado del experimento probablemente probará que sin gravedad el crecimiento será más lento y no se dirigirá hacia arriba, como ocurre en la Tierra, sino que crecerá en todas las direcciones, simplemente al azar.
Durante la misión, que comenzó ayer, los investigadores recibirán imágenes y películas del experimento a través de internet. Julyan Cartwright calculó que las primeras imágenes podrían recibirse a finales de esta semana.
El transbordador Endeavour, que transportará a seis astronautas, permanecerá once días en el espacio, orbitando a unos 300 kilómetros por encima del planeta en la Estación Espacial Internacional (ISS), a la que abastecerá, además, de suministros y nuevos equipos. Una vez en la Tierra, los investigadores granadinos analizarán las muestras concluyentes para poder determinar la estructura física y química de estos llamativos ´jardines químicos´.
Aplicaciones. Este experimento, aparte de su interés científico, también tendrá usos para la vida real, por ejemplo para evitar la corrosión de los metales o mejorar la formación de materiales tan usuales como el cemento.
El equipo de científicos del CSIC es considerado como un referente mundial en el campo de la astronomía. Posee una amplia red de colaboraciones con otros centros de investigación de Estados Unidos, Europa e incluso España.
En esta ocasión fueron los propios trabajadores de la NASA los que solicitaron la colaboración del grupo español para el diseño y análisis del experimento. Ellos se ocupan de la ingeniería y nosotros de la parte científica, especificó Cartwright. Vieron la experiencia del equipo y quisieron cooperar con nosotros en este proyecto, explicó.
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