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Un día en Mongolia

Un día en Mongolia

La Universidad de Granada, en colaboración con la Fundación La Caixa, ofrece un recorrido por la fascinante vida del país asiático.

Para ver de cerca la vida de un lugar tan fascinante como Mongolia no es necesario dejar cara de sorpresa al empleado de una agencia de viajes, acostumbrado a destinos más ‘normalitos’ del tipo Punta Cana o cruceros por el Mediterráneo, El crucero del Hospital Real, sede del rectorado de la Universidad de Granada, se ha transformado, hasta el próximo 15 de marzo, en una extensión de este remoto lugar gracias a la exposición ‘Un día en Mongolia’, en colaboración con la Fundación La Caixa, en la que se recorren las etapas más interesantes de la historia y tradiciones de un pueblo milenario, el pueblo mongol.

Instaurado en el siglo XIII, el imperio mongol es el más grande que el mundo ha conocido, con una extensión de más de 20 millones de kilómetros cuadrados, desde el extremo más oriental de Asia hasta prácticamente la entrada de Viena, y que lograron controlar con un ejército de poco más de 100.000 efectivos, Desde hace más de 3.000 años, pastores nómadas habitan la zona esteparia que se extiende entre el Océano Pacífico y el Mar Negro.

Todavía hoy en día conservan muchas de sus costumbres ancestrales y mantienen una manera de vivir caracterizada por la eficiencia y la especialización, que tiene como rasgos distintivos la gran capacidad de movilidad y la destreza en el trato con los animales. La famosa pintura ‘Un día en Mongolia de Sharav’ (1910) nos muestra la vida cotidiana en todos sus aspectos: el nomadismo, la agricultura, la importancia de la tienda tradicional (la ‘ger’), los rituales, los monjes budistas, las caravanas comerciales, las festividades, etc. “Centauros indómitos capaces de pasar días y noches sin bajar del caballo, alimentándose con la sangre de las cabalgaduras”.

Esta fue la definición que Marco Polo acuñó sobre el pueblo mongol. Teniendo en cuenta su idiosincrasia eminentemente nómada, no son demasiadas las piezas que han sobrevivido al paso de los años, pero la muestra del Hospital Real recoge casi un centenar de ellas. Sobre la antigüedad de los objetos mostrados en la exposición, el secretario general de la Fundación La Caixa, Luis Reverter, aseguró el pasado jueves durante la inauguración que “no hay objetos de grandes dimensiones, pero es que los mongoles no los tienen.

Por su carácter nómada no pueden llevar consigo objetos de grandes dimensiones. Tampoco se han conservado objetos extremadamente antiguos. Casi todo lo que se muestra aquí es del siglo XVIII, XIX y XX”. Uno de los elementos más curiosos que se puede visitar en la muestra de Granada es precisamente una ‘ger’, consistente en un marco de madera circular con un cobertor externo, normalmente suele usarse lana de ovejas y cuando es necesario utilizan lonas o pieles adicionales, pues es habitual en invierno que las temperaturas desciendan a 30 grados bajo cero.

Están diseñados para ser desmantelados y las piezas son transportadas en animales para ser reconstruidas en otro sitio. La exposición muestra la vida tradicional de Mongolia, la de los pastores cuya existencia transcurre de manera trashumante en las estepas, lejos de las ciudades. Así mismo, la muestra da cuenta de los Tres Grandes Juegos (lucha libre, tiro con arco y carrera de caballos), muy arraigados en la cultura de este pueblo, al mismo tiempo que muestra el peso de la tradición militar ya desde el siglo XII y de Gengis Khan, fundadordel Imperio mongol.

También aparecen reflejados los Cinco Animales (camello, caballo, vaca, cabra, cordero), que son la base de su actividad económica y les proporcionan todo lo necesario para vivir (carne, piel, lana, fieltro, combustible). La religión, desde el chamanismo al budismo, pone punto final a la muestra. Pinturas, esculturas y máscaras rituales nos acercan a sus festividades y costumbres sacras.
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