Treinta empresarios de Granada crean una compañía para financiar a jóvenes emprendedores
“No vamos a anteponerlos riesgos económicos al proyecto en sí. No somos bancos ni entidades de crédito”.
Encontrar un ‘salvavidas’ en el naufragio financiero que padece la economía actual no siempre es fácil. Una verdad con pies de elefante que no ha logrado sumir a treinta empresarios granadinos en el pozo del pesimismo. Lejos de conformarse con esta crisis que parece haberse instalado en el salón de casa como uno más de la familia, le han plantado cara. Les mueve el afán de abrir puertas a otros jóvenes emprendedores a quienes los bancos les han dado un portazo en sus narices.
Apoyar, asesorar y facilitar el acceso a la financiación son los pilares con los que han cimentado un proyecto, que bajo el nombre de Ikapital, aspira a darle un poco de oxígeno al tejido empresarial granadino. A esta treintena de empresarios, en su mayoría involucrados con la actividad de AJE, sólo les hizo falta echar un vistazo al panorama financiero de la provincia para que la idea se inseminara y gestara en sus cabezas.
“Es evidente que la falta de financiación es el mayor obstáculo al que se enfrentan los jóvenes que quieren materializar sus proyectos. Los bancos han cerrado el grifo y eso provoca que muchas ideas buenas e interesantes se queden en un cajón, esperando tiempos mejores”, explica Joaquín Rubio, presidente de Ikapital. Por ello, entre café y café, hablando unos con otros, empezaron a darle vueltas a la posibilidad de crear una empresa que prestara a esos jóvenes asesoramiento, experiencia y ayuda económica.
“La idea gustó mucho. Nos dimos un tiempo para que se corriera la voz y que cuantos quisieran aportar capital se sumaran al proyecto”, explica Joaquín, que quiere diferenciar esta iniciativa empresarial privada con la actividad que muchos de los socios desempeñan sin ánimo de lucro en la asociación. La utilidad social, además de económica, que querían proyectar en Ikapital les terminó de convencer y les condujo a madurar la idea, que dio sus frutos la semana pasada, cuando constituyeron finalmente la compañía, celebrando días después su primer Consejo de Administración.
Proyectos. Aún no tienen sede física, ni siquiera página web, pero sí las cosas sobradamente claras. “No queremos cerrarnos las puertas a ninguna posibilidad, ni autolimitarnos al decidir de antemano qué proyectos vamos a ayudar o cuáles no”, comenta Joaquín Rubio, que como portavoz de sus socios asegura que la idea es “escuchar y evaluar todos los proyectos que lleguen a nuestras manos. No vamos a anteponer los riesgos económicos al proyecto en sí. No somos bancos ni entidades de crédito”. Quieren ser algo más que un mero firmador de cheques en blanco.
“También queremos aportarles la experiencia personal y profesional de cada uno de nosotros como empresarios. Conocemos bien el funcionamiento de las administraciones públicas y podemos, por tanto, asesorales en cuanto a qué puertas llamar para la obtención de ayudas y subvenciones”, explica Joaquín, y añade que uno de los objetivos iniciales es “captar proyectos que salgan de la Universidad de Granada”.
En cuanto a las fórmulas de financiación que desarrollarán con sus clientes, tampoco se ponen barreras en este sentido. “Barajamos muchas posibilidades, desde actuar como avales para así servirles de respaldo de cara a las entidades bancarias, hasta aportarles capital a cambio de una participación de la empresa. Todo dependerá de cada proyecto, que analizaremos individualmente en función de sus características y necesidades”, subraya.
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